viernes, 25 de diciembre de 2009

Heidelberg

Estoy con la Leo en Heidelberg. Nos sentimos como si fuéramos de acá. Todo es muy lindo, los alemanes son simpáticos y atentos, la Pili nos ha atendido de maravilla. La navidad fue de lo más linda, muy distinta, muy chori. Estamos contentas.
¡Hasta pasó el viejito pascuero! A la Leo le trajo uno de esos gorros como el del chavo, pero forrado peludito por dentro, ¡es tan hermoso! "Es el gorro de mis sueños", dijo ella. A mi me trajo una maquinita que hace como una cascada de chocolate, que hace ver el fondieu que me que quería comprar como un moco seco. Además intercambiamos hartos regalitos, comimos bacán, y el frío es aguantabilísimo (había como cero grados). Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeesa papá.
Acá compran todo de la marca de un supermercado, así como Acuenta. La marca es "ja!". Es bacán, porque al abrir el cajón graaaande donde está la comida, se ve "ja! ja! ja! ja! ja!". Es muy chori, se presta para mil tallas. Insisto: estamos contentas.
Apenas pueda subo fotos.
Cariños a mis fieles seguidores (caleta).
Klein Yesu.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Crítica de cine: Donnie Darko. Y no, no me quiero morir antes de los 120 años.

Cuando se tienen 17 años y un amigo se mata, eso no hace madurar, hace que uno se vaya a la mierda. Pero de todo lo que eso conlleva, parece que algo bueno que saqué es la certeza de que, a pesar de todo, quiero vivir. Mucho, y con ganas. Aunque me gusta reírme y pasarlo bien, confieso ser una depresiva, confieso que no me atrevo a ir al psicólogo porque intuyo que me diagnosticarán la depresión endógena bipolar que tan bien conozco gracias a mi desequilibrado padre. Tengo llantos compulsivos y generalmente inexplicables, me dan ganas de romper cosas, de mandar a todos a la mierda, de pegarles a cada uno de ustedes. A voh también. Además, dedico mucho tiempo de mi vida a pensar (insomnio, la enormidad de Santiago y los viajes interminables…) y tengo claro que el mundo, en muchos aspectos, es un bodrio. Pero todo eso da lo mismo, o aunque sea da un poquito lo mismo, cuando paso por el Mapocho y tengo la seguridad de que por muy mal que llegue a estar, jamás me tiraría. Cuando sé que por nada de este mundo me acostaría con una sonrisa de feliz tranquilidad al saber que moriré, como Donnie Darko. Debí ver esa película cuando el Chago me habló de ella.
Justo entre los miedos de haber salido de la fácil universidad, entre tantas dudas y sensación de gran cambio, entre momentos un poco desesperantes y depresivos, entre tanta decepción por gente y ciertas situaciones, entre dudas, dudas, dudas y las típicas, ridículas a veces, y necesarias preguntas sobre “el Ser”, es bueno saber que una parte de mis ganas de vivir radica en que hay tanto por leer, escribir, comprender, sentir, conocer, criticar, hacer. Sí, tengo dudas, no sé para dónde voy, pero amo la literatura, los libros, los mundos que se conectan, que chocan, que conviven en mentes y letras abruptas, como estas, o en otras más sublimes. Y también hay personas, lugares, ¡viajes!, planes. Me he preguntado tantas veces cómo sería si el Chago estuviera acá, y no quiero que alguien se haga esa pregunta por mí. Quiero que mi vida termine cuando haya agotado lo más posible mis posibilidades, las vivencias, los proyectos y sentimientos, dentro de lo que se pueda. A ver que pasa.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Acaparadora

Con esto del viaje he tenido que pensar qué cosas llevar. Por un lado, obvio que no puedo llevar muchas cosas porque voy a caminar más de lo que he caminado en toda mi vida, pero por otro, voy a estar dos meses muy muy lejos, y me hará falta tener cosas que me hagan sentir menos turista y más cómoda. Al final todo terminó en reflexiones sobre prioridades, gustos, formas de ser, objetos. Es que los objetos, sin duda, son extensiones de nuestro cuerpo (pregúntenle a Johnny Deep que lo aprendió a cortes de tijeras y cuchillos) y de nosotros mismos, de lo que pensamos. Yo soy yo y mis objetos.
A veces he pensando que podría deshacerme de tanta cosa que tengo y tener un espacio más sencillo, más que nada proyectando mi futura y seguramente precaria primera etapa de independencia, pero ¡me costaría tanto!, y no porque todas las cosas que atiborran mi pieza me sean muy útiles o tengan algún valor sentimental especialmente grande (hay varias que sí, obvio), sino porque yo las elegí a mi alrededor y en esa elección hay un gran pedazo de mí. El valor sentimental de mis cosas no está contenido en grandes historias, en la asociación con gente importante o en el peso de la supervivencia a generaciones, salvo excepciones, sino en el simple hecho de ser cosas que me completan (en serio), ya sea estéticamente, porque llenan un espacio que no quiero vacío (lo que es gran indicador de mi personalidad… victoriana, por decirlo de alguna forma), o porque dan una dimensión que mi cuerpo no puede tener.
Me acuerdo que una vez F me dijo que se compraría un sombrero igual a ese que apreciaba tanto y que se le perdió. A mi no me gustó mucho la idea, y le pregunté si le daba lo mismo reemplazarlo así no mas. No estoy muy segura, pero creo que me respondió algo como “pero si es un sombrero”, y que prefería comprar uno que lamentar la pérdida. Quizás en ese caso específico, poniendo en la balanza toda la pará estética que implica tener uno de esos y el cariño por el sombrero perdido, pueda pesar más la pará de usar un sombrero así. Pero la verdad es que eso me convence poco, soy una total defensora del aprecio a los objetos. Siguiendo con un “a mí me pasó”, una vez estaba hablando con mi hermano de qué haríamos si se quemara la casa, qué cosas rescataríamos. La conclusión fue que sería mejor morir entre mis cosas ante la imposibilidad de poder llevarme mis libros favoritos o más queridos (no es lo mismo), todos mis aros, adornitos, detalles, diarios de vida y escritos varios, y tantas cosas más.
La cosa es que por ahora pretendo llevar un yoyó para que las caminatas no sean siempre iguales, tres cámaras de fotos distintas y una de video (la realidad no aguanta un solo lente), una cajita de metal de esas antiguas lindas para guardar cositas que encuentre, un cuaderno-bitácora (IMPRESCINDIBLE), un frasquito para hacer burbujas (qué fome que no haya burbujas en dos meses), el mp3 obvio y tizas de colores para dejar marquitas por ahí (un arcoiris no es mala idea). Con la Leo queremos llevar algún monito para sacarle fotos como al enano de Amelie, pero aún no decidimos cuál. Lamentablemente creo que no habrá espacio para la melódica (y difílmente mis labios estarán en un estado apto para tocarla, con los mil grados bajo cero que me tocarán).
¡Un hurra por los objetos!

domingo, 15 de noviembre de 2009

Querido blog:

Pucha, yo sé que no hay que hacerse expectativas tan grandes de las cosas, porque después funan y la decepción es peor. Como con la universidad, que no digo que fuera terrible, pero tampoco la gran maravilla que pensaba. Pero no puedo evitarlo. Quiero salir AHORA de la universidad, no quiero ir más a esa weá fea de San Joaquín, quiero irme de vacaciones, no poner un pie en mi casa durante dos meses, ni saber de gente que me rodea y la verdad es que ya ni me interesan, por weones. No quiero más gente a mi alrededor que me tira pa abajo, que no está cuando tiene que estar, que sólo aparecen cuando tienen problemas. Pfff.
Me voy a ir un buen tiempo, lejos de todo y de todos (ya van como siete clichés terribles en estas pocas lineas, horror!), y cuando vuelva, quiero que todo sea lindo y bueno. Que sea más fácil respirar (ocho). Quiero empezar de nuevo, reordenarme, mandar a la mierda a la gente de mierda y conocer gente nueva (nueve, diez, once, doce). Hacer cosas que me gustan, aprender harto, sentirme un poco más independiente. Independencia, por favor, por la conchatumadre.
Lo que pasa es que estoy súper ahogá. Ya me aburrí de todo, de las cosas que no elegí en mi vida pero que ahí están, arraigadas. Mal. Me aburrí de gente que siempre está ahí para criticar, pedir favores, y nada más. Aprendan a ser amigos como la Pep, la Leo, la Turry. Perdón a los buenos amigos que no nombré. Igual son pocos, poca gente me importa.
Jajajaja la weá despechá. Me carga noviembre.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Error garrafal

¿Cómo no puse esta canción en la entrada anterior? ¡Mi canción por exelencia!

jueves, 8 de octubre de 2009

Wiiiiii

Como siempre, hoy iba escuchando música en el metro y salieron dos canciones que me acordé que alguna vez me dijeron que son muy yo. Entonces se me vinieron a la cabeza otras canciones que, por lo que me han dicho, tienen como mi esencia y me representan perfecto por la letra o la melodía o una cosa como de style. Y resulta que todas las canciones son BACANES. EeEEeEeeeEEEEeeeEEeeEHhhhHhhhh. Y es muy chori porque cuando las escucho pienso en... mi ajwajjajwa pero así como en un video muy pro y me encanta!

Mile end, Pulp.
La raja! jajajaja :)



She's a rainbow, Rolling stones
No pude evitar poner el video de los conejitos arwfarwfarwfarwfa es que es tan liiindooooo me encanta me encanta me encanta. Peeeep te echo de menos ;_;




Minha galera, Manu Chao
afwawarwfawfarwfawfar



Louie Louie, The Kinks
yo creo que la similitud conmigo está en una cosa con la cadencia ah




Si usted, querido lector, alguna vez me asoció con alguna canción, me lo dijo, y no está acá, tiene todo el derecho a reclamar. Si ahora se le ocurrió alguna que agregar a la lista, o discrepa con alguna de las publicadas, hágamelo saber con toda confianza.

martes, 29 de septiembre de 2009

El extraño estado de Las Cosas

Lo que pasa es que estoy súper confundida. Por eso me cuesta tanto todo. Escribir, hablar, pensar tranquila, tomar decisiones. Uno de los mejores despertares que tuve en el último tiempo es uno de los peores despertares que había imaginado, a veces tengo pena por las razones equivocadas, me ilusiono con cosas que me alejan de mis verdaderas ilusiones, porque mis verdaderas ilusiones son tremendas decepciones. Siento que nada está en mis manos, que tiene que pasar algo para que las cosas se ordenen, algo que sienta verdadero, que me mueva de una forma inequívoca, segura.
Me carga haber estado tanto en cama, y para colmo sintiéndome bien. Primero, resfrío, después, bronquitis aguda y finalmente una infección broncopulmonar. Lejos lo peor físicamente es el resfrío, la bronquitis me da un poco lo mismo ¡y con la infección me sentía perfecto!, pero estaba obligada a cuidarme para que no se me complicara más. Se me desordenó todo, el sueño, la rutina (en el buen sentido de rutina), los pensamientos. Me siento flotando y no me gusta, quedó todo detenido y necesito seguir, saber cómo siguió todo y en qué lugar quedo yo, mis sentimientos, mis planes. Necesito un encontrón de frente con mi vida, con el estado de las cosas, con su velocidad (!) y poder disfrutar de todo lo que amo, lo que me emociona, lo que me hace feliz y satisfecha de haber vivido otro hermoso día más. Necesito volver al camino, encontrarme con la gente acertada, ¡no más desaciertos! ¿Por qué rodearme de gente que no quiero a mi lado, que no me quiere a su lado, que no me acompaña en un camino que se trata de ser más feliz, por favor, ¡más feliz!? Encontrarme, ante todo, con cosas verdaderas.

martes, 22 de septiembre de 2009

Podría intentarlo

"Ya nadie ni nada podría herirla. Puede que la verdadera felicidad esté en la convicción de que se ha perdido irremediablemente la felicidad. Entonces empezamos a movernos por la vida sin esperanzas ni miedos, capaces de gozar por fin todos los pequeños goces, que son los más perdurables."
El árbol, María Luisa Bombal

jueves, 27 de agosto de 2009

Love



¡¡QUIEN FUERA TU HIJA!! (o como Scarlet Johansson)

miércoles, 29 de julio de 2009

Sobrenatural

Siempre he pensado que hay algo que va más allá de lo normal en el hecho de querer y recordar tanto a mi abuela, siendo que murió cuando yo apenas tenía 6 años. Es cierto que me han dicho muchas cosas sobre ella, pero prometo que mis recuerdos no son imaginados a partir de lo que escucho. Estoy segura de haber estado ahí, viéndola tejer, tomar café con leche hirviendo (con el que muchas veces me quemé por querer robarle un sorbito), bailándole (un amago de) flamenco con un lindo vestido rojo con puntos blancos y hartos volantes (clásico), jugando a su lado con legos, almorzando con ella los domingos, viéndola tomar el pepino de la ensalada para pasárselo por la cara en lugar de comerlo, y escuchándola hablar de mi tío Carlos con ese marcado favoritismo tan típico de mi familia paterna.
Es raro que a esa edad yo la quisiera tanto, siendo que el favorito de la casa era mi hermano y nunca llegaba con regalos para mí. Es raro que, ya más grande, la quisiera tanto a pesar de haber ido entendiendo mis recuerdos, dándome cuenta de cómo era ella en realidad. Quizás hay algo sobrenatural que envuelve a mi abuela.
Amante desenfrenada de la plata, el póker, la alta costura (gané mi primer concurso literario usando como pseudónimo el nombre de su diseñadora parisina favorita) y las joyas, enemiga del trabajo y la vida familiar y esclava, incluso en sus últimos años, ya octogenaria, de la vanidad. Por todo esto a nadie debería sorprender que manipulara a mi buen y paciente abuelo hasta que pagara una obscena suma de dinero para que pintaran un retrato que perpetuara su joven belleza. Cuando mi abuelo murió, mi tío, heredero de todos los genes ambiciosos y exquisitos de mi abuela, se quedó (robó) una herencia que debió ser repartida entre varios, y escapó a Europa. Los días de gloria y prosperidad económica de los Blanco quedaron en el pasado, y mi abuela debió hacer unos reajustes en su vida que implicaron un abrupto cambio de mobiliario que convirtió su flamante living en uno que no era digno ni de los Venegas. El retrato, que por años estuvo sobre su chimenea, vino a parar sobre la chimenea de mi casa, porque la distinguida señora Elena no aguantaba que su imagen se exhibiera en semejante living, tan indigno y decadente.
Décadas han pasado y el retrato sigue sobre la chimenea, sin la más mínima señal de deterioro. El cuadro es sin duda uno de mis objetos más preciados, y ha estado en el mismo lugar desde que nací, lo que lo hace inconmensurablemente valioso en la casa de una decoradora que cambia todo cada semana y que cada mes hace una remodelación, tanto así que la única pared que no ha cambiado de lugar, además de las estructurales, es la que sostiene a mi abuela de 40 años.
Un día saqué el cuadro porque estaba decorando el living para mi cumpleaños y no combinaba. Lo dejé en el suelo de la bodega, apoyado en una pared. Todo resultó perfecto, lo pasé increíble, la decoración fue insuperable. Al día siguiente, al son de mi carpeta de música “Para hacer el aseo”, limpié los vestigios de la tertulia y de a poco fui poniendo todos los adornos que saqué. Finalmente, fui a buscar el centro focal del living; el famoso retrato. Horror. Dos enormes arrugas iban de lado a lado del cuadro, deformando completamente la antes hermosa cara de mi abuela. Me desesperé, quise llorar, quise morir. Las dos líneas pasaban justo por su frente y su boca, formando en su cara una expresión de rabia que me hacía temblar. Pensé en cuántos ahorros tenía, para mandar a restaurar el cuadro al Bellas Artes, a lo menos, pero aunque me alcanzara la plata, todos notarían la ausencia del cuadro y me matarían (aunque yo ya me sentía tan mal, que difícilmente alguien podría hacerme sentir peor). Me bloqueé, no sabía qué hacer, sólo atiné a colgar el cuadro en su lugar para alcanzar a pensar algo antes de que notaran su ausencia. El living casi no lo usamos entre nosotros, sólo cuando invitamos gente, así que seguramente tendría unos días antes de que las arrugas fueran descubiertas. Al día siguiente, después de una terrible noche sin dormir, fui al living y el cuadro estaba impecable. Desde entonces, cada vez que necesito sacarlo, le pido permiso respetuosamente y lo llevo a mi pieza, saco el cuadro de Marilyn Monroe y lo cuelgo ahí. Mi abuela nunca más volvió a enojarse.

lunes, 27 de julio de 2009

La raja

Cuando le digo a alguien WEOOON ERES LA RAJA, típico que es porque tenemos caleta en común. Jajaja, me creo la raja entonces? jajajaja

martes, 21 de julio de 2009

Pucha

Esto de no escribir me tiene mal. Me carga. Lo peor es que ya hace un tiempo que me di cuenta que la cosa no es una crisis creativa no más, que el problema ya pasa por el "talento". Antes, cuando andaba poco creativa, escribía cualquier weá y me quedaba "bonito", "bien escrito". Ahora no me sale nada, y es desesperante. Lo peor es que me está empezando a pasar en Todo. Siento que pierdo habilidades, que ya no soy como me decía mi mamá, "tan habilosa" (amo esa palabra jajaja). Y todo es una lata, porque me siento mala para hacer lo que sea, no lo hago, flojeo, y me carga flojear. Necesito hacer cosas, pero no confío en mí, todo es tan desastroso, me carga todo. Pico.

miércoles, 8 de julio de 2009

Violentos ataques de castores tienen a las ciudades más importantes del mundo en estado catastrófico.
Continúan la destrucción de edificios, el aislamiento de ciudades y los ataques personales.

París se encuentra en estado crítico luego de que cientos de castores rabiosos comieran las bases de la Torre Eiffel, que cayó dejando 68 muertos y 104 heridos, además de cortar las principales avenidas de la ciudad y de causar daños irreparables en el Louvre, el Banque de France, la Sorbonne, e innumerables edificios de valor histórico, social y cultural. Durante los últimos días los castores han hecho represas en el Senna, causando inundaciones que han obligado a la población a desplazarse a la periferia.
En Nueva York han roído y derribado más de 60 edificios y a lo largo de todo Estados Unidos han obstruido carreteras con murallas de barro y ramas, aislando ciudades enteras y causando problemas económicos que están afectando al mundo entero. Este es el país en que registran más ataques personales; ya se registran 75 muertos y 428 heridos por fuertes coletazos. “La situación es insostenible, las medidas tomadas han sido inútiles. Los castores mordieron todos mis pares de zapatos, ¿qué más daño esperan que hagan para encontrar una solución?”, dice afectada una de las personalidades más destacadas de NY, Sarah Jessica Parker. En Londres y Barcelona las muertes han sido menos, pero brutalmente macabras; una mujer embarazada, un anciano y tres adolescentes fueron carcomidos mientras dormían tranquilamente en sus casas, en la ciudad inglesa, y dos niños, en las mismas circunstancias, en Barcelona.

Las ciudades más afectadas han tomado diversas medidas. En Nueva York se repartieron masivamente grandes cantidades de veneno para esparcir alrededor de toda construcción, lo que ha causado la muerte de cientos de animales domésticos. Greenpeace se querelló contra el Departamento de Medidas Sanitarias, querella a la que se sumaron incontables particulares y otras organizaciones como FOB (Friends of the Beavers) y la UR (United Rodens). Importantes personalidades se han unido a campañas en contra de la peligrosa medida, como Paris Hilton, que sufre por el envenenamiento de su perro Tinkerbell, y Hugh Hefner, que perdió a todos sus pavos reales y cisnes. En Tokio, donde la catástrofe no es menos crítica, se inició una matanza masiva, pero los castores parecen reproducirse extraordinariamente rápido, y la medida ha causado más problemas sanitarios que soluciones.

En Osaka se está llevando a cabo una convención de urgencia mundial convocada por la S&N (Scientists & Nerds), donde los mejores expertos buscan un químico que calme a los castores, para inyectarlo en hojas y cortezas que serían esparcidas vía aérea en las ciudades afectadas. Los científicos han mantenido absoluta reserva sobre las posibles causas de este alzamiento. El cientista político de la Universidad de Chile, Karino Valle, sostiene que el motivo es que la CRIDALD (Castores Revolucionarios Independentistas Dentones Árabes Libertarios Disconformes) descubrió y dio a conocer la matanza masiva de castores para la utilización de su grasa en productos de belleza (en Chile, todas las marcas trabajan con grasa de castor, menos Esika, L’Bel y Cyzone), causando la indignación y el descontrolado deseo de venganza de los roedores. Por otro lado, numerosos expertos aseguran que la rabia se debe a la contaminación de estas grandes ciudades, que ha causado cambios crónicos e irreversibles tanto en castores como en otras razas: “Dentro de poco brotará la rabia de vacas y jabalís”, anticipa Roger Smith, fanático de Michael Jackson.

La plaga aún no llega a Chile, y los expertos dicen que no hay peligro. Sin embargo, cientos de denuncias sobre ataques de ratones y diversos roedores en el sur han prendido la alarma en la población. Hasta ahora, el gobierno no ha implantado medidas preventivas.

sábado, 27 de junio de 2009

Cruzando la línea

y entrando al espacio donde escuchar Sonic Youth ya no es suficiente

jueves, 25 de junio de 2009

Así está la cosa

Los medios van uno a uno confirmando la muerte de Michael Jackson (de los grandes y creibles, sólo falta CNN), un par de días después de que, esperando el metro en el andén y sin batería en mi mp4, una noticia que daban en las teles que nadie pesca decía "Michael Jackson busca niños para coro", claro, para la gira que tenía planificada.... fuimos dos los que nos reímos muy, muy fuerte.


Gracias, Michael, por eso y por todo lo demás (vieran como me lucía en los cumpleaños a los que iba como a los 6 años, bailaba igualito!)

Ojo con las etiquetas. Esto es realmente emotivo.

miércoles, 10 de junio de 2009

Cosas buenas que pasan

Desde hace ya casi cuatro años, de lunes a viernes, y muchas veces los fines de semana, bajo por la entrada de la calle La verbena a la estación Príncipe de Gales de la línea 4. A un lado de la entrada se pone casi siempre, desde hace un buen tiempo, un típico Flaite (con todo respeto)amigo del gel y las musculosas, a vender cuchuflís, lindas paletas de dulces y creo que otras cosas por el estilo. Un día, le llegó competencia. Un señor que parece tener una buena posición socioeconómica, que nadie creería que vende en la calle, comenzó a instalarse de lunes a viernes al otro lado de la entrada, a escasos pasos del Flaite, con un carrito lleno de potes de manjar. Desde el principio, el Señor Bien me simpatizó, quizás porque da la idea de que podría ser mi papá o un tío, que tras quedar cesante debió buscar cómo ganarse la vida. Me imagino que a veces se encuentra con ex compañeros de trabajo, con parientes, con el marido de la amiga de su señora que es gerente de no se qué empresa, con el compañero de la universidad del menor de sus hijos. A veces me siento un poco mal.... no, no sé si mal.... creo que a veces siento extrañeza de sentir más simpatía y hasta preocupación por el Señor Bien que por el Flaite, siendo que el primero seguramente (si mi teoría es correcta) ha vivido en circunstancias harto más cómodas.
Al principio, el Señor Bien se apoyaba como cualquier persona que espera a alguien a la salida del metro, con un manjar al lado, sin decir nada y la cabeza un poco agachada. Al poco tiempo, ya tenía un cartel algo visible con el precio, y exhibía el carrito lleno de manjar que antes tenía muy pegado a sus piernas, tapado. Pero el avance más notable fue cuando iba pasando y me dijo "Dama, manjar". Este cambio no se dio sólo porque se fuera soltando con el tiempo, sino por la ayuda del Flaite, con quien ha entablado una amistad que he visto crecer día a día. Los primeros días estaba cada uno en su lado de la salida (entrada?) del metro. Después, alguno de los dos estaba en el lado del otro, conversando como quien no quiere la cosa, hasta que alguien se acercaba a comprarle y debía volver a su puesto. Pasado algún tiempo, los dos estaban al mismo lado, con sus respectivos comestibles a la venta, sentados juntos y conversando profusamente.
Hoy los vi jugando damas. Fue uno de los mejores momentos del último tiempo.

Y por si Lo que Usted Necesita son 800 gramos del mejor manjar del mundo (como debió llamarse la canción), ya sabe dónde comprar. A $1.500 el pote de manjar orgánico del sur (según el Señor Bien), una delicia! Tiene el mismo sabor que el manjar duro De mi campo =)

domingo, 7 de junio de 2009

Uuuy, yo leí Los vigilaaaanteeees

weón, asúmanlo, la Eltit escribe como la mierda

sábado, 23 de mayo de 2009

Basurero

Filo, no lean esto y vean el corto de la entrada anterior.
Me canso de las formas, me canso del molde que hicieron tantos, de a poquito, durante tanto tiempo para que otras, como yo, lo llenemos. Quiero formas nuevas y lugares nuevos, y un nuevo aire entre las narices heladas de los correctos, que a veces son tan imprecisos.
idhgndñgkljndhioajdnlasknvñlkujrhñlsdkanvg ilñ2ehnkdfsbvn -lAKFNE
Por sobre todo, quiero lenguajes nuevos. Me cansa no tener los recursos para decir sjafbbvgjKBLDFUWKQFBbljsdgbdsjkv b.adkjsb glkajhebfdbvjnb y es tan maravilloso poder hacerlo, encontrar eso que conecta conmigo. Las palabras, los colores, las texturas, las técnicas, los objetos, los sonidos, la basura, el shtk de la cámara, una gota golpeando contra una lata, la lata oxidada, el sacárle el óxido, la vida nueva de la lata, que sigue siendo basura pero es otra basura, Mi basura. Todos tenemos basura, tanta basura. Todo eso que para los otros no sirve, que es parte de uno, PRODUCTO de uno, pero que nadie quiere mirar, oler, tocar, tener cerca. Menos comer, masticar, saborear. Excepto algunas personas que reciclan, como yo. Que buscan, que le dan valor a nimiedades y son felices sin saber que es la felicidad, sin cuestionarselo, sin acomodar el concepto forzosamente. Poder amar un objeto sin ser materialista, poder conectarse con más cosas que los pensamientos acomodaticios y las caricias furtivas, puta sí, FURTIVAS. No expresarse sólo con el arte, que es maravilloso, pero que a veces no alcanza o no lo alcanzo, no pensar con palabras. Usar la basura, ser feliz con ella, hacerla una palabra linda. Como infierno, una palabra tremedamente hermosa que designa algo que no lo es si no hay sublimación de por medio. Esa sublimacion discutible, pero bella, qué le vamos a hacer. Las cosas bellas me gustan, las cosas feas pueden ser boniiiiiiiiiiiiiiiitas bonitas, la vida me gusta. Me gusta mucho. Y me gusta el sonido de la melódica.

viernes, 22 de mayo de 2009

miércoles, 15 de abril de 2009

¡Todo lo que es vivir!

No me gusta que la gente se muera. Antes, cuando era más chica y me juraba más seca que ahora, pensaba que tenía ese tema súper asumido, pero ahora sé que no, que me carga la muerte. La encuentro injusta la mayoría de las veces (hay que ser muy resentido social para salir con la volá de que la muerte es igualitaria, o vivir en el medioevo cuando había razones de sobra para ser tan resentido), incluso si existiera una vida feliz después de esta, porque haya lo que haya después, no es lo mismo que estar en la tierra y sería imposible hacer todo lo que faltó hacer acá. No me gusta que la gente se muera joven, no me gusta que la gente se muera sufriendo y no soporto las muertes inesperadas. La verdad tampoco me gusta mucho cuando muere una persona vieja. Entiendo que las cosas tienen un ciclo, que la vida es sabia y que las etapas se van cumpliendo, pero aún así me da cosa, y cuando se muere alguien viejo igual sufrimos mucho los que nos quedamos acá.
Cuando la gente dice que quiere un funeral feliz, lo encuentro lindo (yo también he pensado que me gustaría que fuera todo muy colorido y alegre), pero por favoooor, seamos realistas, al menos yo, nunca me alegraría por la muerte de alguien que quiero (y que no quiero tampoco, cachen que me molestó que la gente celebrara tanto la muerte de Pinochet) y no podría ser parte de una celebración. Creo que en el mejor de los casos, podría aliviarme por la muerte de alguien, sentir menos pena que si aún viviera, pero de ahí a celebrar, hay una gran diferencia. Me gusta vivir, me encanta el mundo aunque sé que por lo general es una mierda, pero estoy aferradísima -quizás demasiado- a este mundo y esta vida, y no me gusta la pena que da cuando alguien se muere (y eso que no soy de las que arranca de la pena, la asumo muy bien por lo general, pero esa pena nooo, es terrible).
:/

lunes, 9 de marzo de 2009

Porque el UCV ya no será sólo el canal de los monitos de la infancia

Hace un rato escuché que The crystal ship sonaba desde nada más y nada menos que la pieza de mis papás, así que fui a averiguar qué pasaba. La respuesta: "Tiempo de consagrados", un programa de música del UCV que mi mamá ve religiosamente. La he escuchado hablar de ese programa muchas veces, y cuando fui a la parcela este verano, corría a su pieza después de la once para verlo.
Vine a mi pieza y lo puse. Primero, un especial de los Doors con varias canciones. Después, una presentación en vivo de Sinatra cantando New York, New York, seguida de Elvis con Love me tender. Cuando creí que ya no podía alcanzar un éxtasis mayor, fue el turno de Brenda Lee con I'm sorry. Fue entonces cuando decidí comenzar a escribir esta entrada, tarea durante la cual me acompañó Ben E. King con Stand by me.
Y si usted cree que todo eso ya es demasiado, le cuento que en estos momentos veo y escucho La vie en Rose, en la voz de, cómo no, Edith Piaf.

Apoteósico, por decir lo menos.
ÚLTIMO MINUTO: Hoy, 10 de marzo, fue el turno de Neil Diamond, David Bowie y Janis Joplin. Cáchense.

viernes, 20 de febrero de 2009

"De lo perdido, de lo irremediablemente perdido, sólo deseo recuperar la disponibilidad cotidiana de mi escritura, líneas capaces de recogerme del pelo y levantarme cuando mi cuerpo ya no quiera aguantar más"
Roberto Bolaño, Amberes.

domingo, 15 de febrero de 2009

Re Cordis

“La traducción literal de "recording" debiera ser "recordando"? […]Las cintas están llenas de recuerdos, imposibles de recobrar, pero sí de volver a conectarse a ellos una y otra vez, sólo rebobinando. […] recordar significa "volver a poner en el corazón"”
Me permito copiar algunas frases de una entrada del Goti, porque además de que me gustaron mucho, se relacionan con algo que me viene dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo. Como sabrán mis fieles lectores (eeeh ya poh), lamento profundamente la pérdida de ciertas plataformas musicales tangibles. Lo mismo me pasa con la fotografía, cada vez más digitalizada (¿han visto los marcos digitales? Y todavía no pasa nada con la venta de la licencia de los sobres para cargar las polaroid), y hasta con los libros.
La inconformidad ante la evolución tecnológica no viene solo de una personalidad nostálgica, de un gusto por lo vintage ni de la porfía. El tema del arraigo, que siempre me ha inquietado, quizás tenga mucho que ver. Después de mis humildes y nunca lo suficientemente profundas lecturas de Heidegger, después de algo de Celán, Kafka (obvio), unos artículos de Bolaño sobre el exilio que leí la semana que recién pasó, otras lecturas locas por aquí y por allá, y en especial después de varios tropezones, lloriqueos, voladas con sus respectivas caídas a tierra, etceeeetera, ya puedo decir que no hay caso. El arraigo es necesario. El punto es que el arraigo no es vivir en un lugar y no querer irse de ahí (por favor!), ni anhelar repetir la historia de mami y papi (mucho menos!).
Creo que habemos personas que no somos muy de andar echando raíces. Yo soy mala para echar de menos, no quiero amarrarme a un lugar por el resto de mi vida, ni a un trabajo, ni a una forma de vida, ni a afectos innecesarios, pero necesito raíces, todos las necesitamos. Mis raíces están en una cinta, en un negativo, en papel fotográfico, en un ReCordar elegido y tangible. También en un papel, una cajita, en ciertos rincones donde guardo (oculto) cosas que para otros pueden ser cachureos sin importancia.
Apretar REC es almacenar lo que yo elijo como parte de mi pasado, de mí misma, del porvenir. No me aferro a lugares de los que me iré, a personas que pasarán, a actividades que no me gustan, a cosas que no me hacen feliz. Por eso adelanto, rebobino, y cuando quiero y siento, pulso Rec. Entonces, como Monterroso y Charly, grabo-recuerdo mis dinosaurios.
¿Notó, querido lector, el cassette a su izquierda, un poco más abajo?
Imposible no hacer un enlace con mi entrada sobre el grupo Onda bidón. Copio aquí unas líneas que están en su space:
"Onda bidon nace a partir del hastio y aburrimiento del señor bidón respecto a los métodos de producción musical electrónica. MIERDA MIERDA, PATRAÑAS, SUENA TAN BIEN PERO AARRRGGG.... No aguanto estar tanto frente al PC, enloquece... Es por eso que el señor bidón decide someter a una serie de músicos enanos bajo hipnosis para comenzar este viaje introspectivo basado en la inhalación profunda...."

viernes, 30 de enero de 2009

25 random things

1. Cuando era chica soñaba repetidamente que un avión caía en el patio de mi casa, pero el sueño terminaba cuando el avión estaba muy muy cerca. También soñaba seguido que un pajarito de pecho rojo estaba en la reja de mi casa cantando.
2. Tengo una bipolaridad absoluta entre la intelectualidad y la superficialidad (aunque NO, Sex & the city NO es superficial, ok?)
3. AMO los adjetivos y las exageraciones, los amo desquiciadamente.
4. Fui fanática de El mundo de Sofía, y lo tengo autografiado (igual bacán, consideremos que el autor es Noruego)
5. Saqué 4 canciones de los Beatles del mp3 que usaba hasta hace poco para reemplazarlas por 4 reggetones
6. Estoy perdidamente enamorada de Lawrence, uno de los diseñadores que sale en Mi casa tu casa.
7. Pasé por una época súper mamona y media depresiva, en que vivía en foros de internet y escribía cosas que rozan lo emo. Me acuerdo y me da entre vergüenza y riiiisa.
8. Soy todo lo opuesto a mi hermana, en serio. Piensen en cualquier característica mía, piensen en su antónimo, y esa es mi hermana.
9. Soy de gustos súper egoístas. Me carga que lo que me gusta se masifique.
10. A veces odio a la gente. No a toooodos, pero a algunos amigos (peor!). No sé, como que a veces la gente me carga, es tan pesá o tonta o rara o complicada y FILO, vayanse a la chucha, me apestan.
11. Soy pasá a caca con mi ascendencia española. Me juuuro española y como comida española y bailo flamenco (hace caleta que no) y tengo cosas típicas españolas y hasta hablo de España y ni la conozco.
12. Tengo problemas atemporales cuáticos, me acuerdo de cosas que vi/viví/escuché cuando era demasiado chica, y no porque me las hayan contado o yo las viera después, porque es imposible. No sé, es como que me colé en esta época pero soy de otra (shá).
13. Me encanta la plata, me encantaría tener caleta y tener mucha ropa y zapatos y libros y salir caleta a cosas que se pagan (cafés, pubs, restoranes, cine, teatro, operaaaa qué bacán ir a las entradas más caras)
14. Me cargan los poetillas y el ambiente poetico y la poeshia shuper loca y el engrupimiento.
15. Amo a mis perros con frenesí, en serio los amo, son lo mejor de este mundo.
16. Tengo cero instinto maternal, me cargan los niños pesados y tontos, y los encuentro a casi todos así. Pero no hay nada mejor que un cabro chico lindo y chori.
17. Me juro que no soy clasista ni nada, pero de chica que no podía ver al Pollo Fuentes porque lo encontraba rasca, me pasa lo mismo con Lushito Jara (o seeea), y caleta de gente de la tele. Rascas. Casi tan rascas como Miami y el coanimador de Sábado Gigante.
18. La verdad.... amo a Don Francisco. Es pesado y feo y le ha ido bacán, seco.
19. Odio a las feministas, pobres minas.
20. Me frustra que Steare y Albert de Candy no existan en carne y hueso. Son perfectos para mi.
21. Odio los teléfonos (fijos y celulares), me carga que suenen, me carga contestar.
22. Me junto poco con gente que encuentro bacán y me arrepiento
23. Me carga que en la cultura chupística digan capitales.
24. Me encantan los juegos de niña. Ula ula, hacer burbujas, cosas así
25. Me encantatener secretos, esconder cosas, tener papelitos y recuerditos por ahi, entre mis cosas.

La cosa esta es una cadena. Me tinca que nadie la seguirá por blog y sí por facebook, pero bueh. Cuando blog permita etiquetar, seré una persona más feliz.

viernes, 16 de enero de 2009

Play

Hoy Felipe me comentó que quiere un discman, pero que ya ni la Sony los vende. ¡Primero las polaroids, ahora los discman!, dije, sin mencionar a tantos otros artefactos que la industria ha dejado atrás como si nada. El impacto de la vertiginosa evolución de la tecnología en cuanto a reproducción musical no repercute sólo en que la música que escuchamos ya no provenga de objetos palpables y se haya perdido cierta mística de, por ejemplo, tener un disco, frente al llevar música en aparatitos ínfimos que en contacto con un computador pueden quedar fácilmente en blanco. La implacable evolución también repercute en nuestra (mi) relación con lo que escucho.

Me acuerdo cuando iba en metro con mi discman. En ese entonces, era bastante bueno, e impresionaba a varios con su modernidad. No tenía nada del otro mundo, salvo un diseño medio futurista y tecnología anti-saltos, no como la mayoría, en que se sentía el movimiento del cd. Llevaba generalmente dos discos, a lo más tres. Los escuchaba enteros, o casi enteros, cuando tenía muchas ganas de escuchar cierta canción y adelantaba. Me parecía una maravilla.

Luego pasé a un mp3 más bien grande, con pila, en que cabían unas 20 canciones cuando mucho. Uf, qué exelente poder escuchar música que no tenía en cds, qué maravilla poder escuchar música tan variada. No podía entender cómo antes me aguantaba un disco entero, todo del mismo grupo, cómo podía andar acarreando el discman y los discos, y para colmo la cuestión usaba dos pilas AA, frente a una pila AAA del mp3.

Más tarde vino otro mp3. Más lindo, más chico, con muchísima más capacidad. Unas 70 canciones. Era el paraíso, podía guardar suficiente música como para tener algo apropiado para cada ocasión. ¿Mucho sueño en la mañana? Podía elegir entre Celia Cruz, Supernova 1 y 2, Juan Luis Guerra, Locomía y Ex para despertarme. ¿Muy cansada en la tarde para cosas tan prendidas? Bowie, Beirut, Alanis, Doors, y un cuanto hay para ir más relajada. ¿Fue un mal día? ¿Ando cortavenas? Radiohead, Air, y la cancioncita triste que necesitara para ir mirando por la ventana del metro, que en la mayor parte de mi viaje a la Universidad no es subterráneo, con cara de teleserie (no quise decir de emo, puaj!). Más de 70 canciones para regodearme. Obvio que me daba con algunas y no pasaba ordenadamente por todas, pero después de unos días me aburrían y elegía otro grupito con el que quedaba pegada. Cuando me pasaba eso, recordaba las 20 canciones que llevaba en el mp3 anterior, y no entendía cómo no me aburrían antes. Tantas mañanas escuchando Love in a trash can, No tiene talento pero es buena moza, Razorblade, Rain, y otras tantas, sin parar.
Ahora llegué a otro nivel. En mi mp4 cabe tanta música, que no lo tengo lleno porque me cansa estar tanto rato frente al pc eligiendo canciones. El otro día se me hizo tan corto el camino de la casa de Diego a la mía, que me puse a pasear. Llevaba el mp4. Con cierta decepción, me di cuenta que pasaba de largo por más de 10 canciones seguidas, buscando algo que realmente quisiera escuchar. Cuando daba con esa canción, a veces ni terminaba de escucharla. Un click a los 2 minutos 40 segundos, más o menos, y ya me libraba de esa canción que me estaba empezando a dar lata.
Quizás la oportunidad de hacer eso sea una ventaja, algo que deba agradecerle a la tecnología. Pero entonces recuerdo momentos mucho anteriores a los que viví con el discman, recuerdo mi personal negro con líneas curvas de colores vivos en la tapa del cassette. En ese entonces me demoraba en adelantar o retroceder las canciones, cosa que se hacía bien ruidosamene, y para qué decir que había que agarrar cierta práctica para achuntarle y dejar de una la canción siguiente desde el principio exacto. Y era feliz. Antes escuchaba lo que me tocaba y me envolvía en la canción, me dejaba llevar por ella. Ahora, es todo lo contrario. Busco y busco una canción que muchas veces ni termino, intento encontrar alguna que vaya conmigo en ese momento, en lugar de dejar a la canción hacer lo suyo conmigo. Para qué hablar de la impaciencia musical que tengo ahora. Nada de escuchar discos enteros de un solo grupo, me acostumbré a hacer una selección de mis canciones preferidas, las que ni siquiera escucho juntas, porque ya 4 ó 5 canciones del mismo me cansan. Necesito más variedad, rapidez, pero no, el punk no me satisface (ni el Loco live). Nada de la mística de otros tiempos. Me da lata igual.
Y toda esta estrada fue escrita escuchando a Bowie, sólo a Bowie! :D

miércoles, 7 de enero de 2009

7.15 AM y todavía no me duermo

(...)
you got me so
I can't sleep at niiight

martes, 6 de enero de 2009

Momento lindo

Estaba en la terraza leyendo La pista de hielo, de Bolaño. Dejé el libro en mis piernas para pensar un rato, miré al suelo y vi un chanchito de tierra.


Pep: no lo hice bolita.