miércoles, 30 de agosto de 2006

Bloggear o no bloggear

Segunda entrada en mi blog. Y eso que la primera era sólo para decir algo.

Y YA TENGO DUDAS EXISTENCIALES RESPECTO AL FAMOSO BLOG.

Muchas veces me han aconsejado que deje mi fotolog para instalarme por estos lados, y si no lo hice antes fue sólo porque dudaba de mi constancia para actualizar, porque la idea de tener una de estas paginitas de moda me seducía bastante, debo admitir. Ya, al fin me animé, me hice el blog y resulta que NO quiero escribir.
Hoy fue un día memorable, con cosas medio tristes, pero lleno de detalles dignos de contar. ERROR. No quiero contarlos. Esta cosa puede ser leida por cualquier persona (oooh, ¿en serio?) y particularmente este día ha sido MUY PER-SO-NAL. Tiene mucho mas sentido escribir en un diario (debería retomar esa práctica... me arrepiento de no haber escrito tantas cosas que me han pasado desde que dejé de usar uno) o subir una foto que SÓLO YO entiendo por qué subo, con algunas palabritas para los visitantes que no revelan lo que tiene que quedar única y exclusivamente en mi memoria. Ok ok, no es que crea que todos los cibernautas quieren saber sobre mí y están esperando que cuente algo personal para su deleite, pero eso no significa que tenga plena libertad para escribir lo que se me ocurra porque, está claro, esto es PÚBLICO.
Es cierto que puedo utilizar este espacio para opinar sobre actualidad, subir mis cuentos, comentar libros, películas o lo que sea. De hecho, ese será su fin. Pero la idea que tenía en un principio era bastante más cercana al diario de vida.
Y en realidad que tonto todo esto, si es taaaan obvio que hay cosas que nunca podré escribir aquí, si es taaaan obvio que terminaría escribiendo sobre actualidad, libros y películas, pero hoy tantas cosas dejaron de ser obvias, pienso en el futuro con tantas dudas, y cómo quisiera escribir sobre eso. Pero no puedo.


A retomar el clásico y fiel diario de vida, se ha dicho.

miércoles, 23 de agosto de 2006