miércoles, 15 de abril de 2009

¡Todo lo que es vivir!

No me gusta que la gente se muera. Antes, cuando era más chica y me juraba más seca que ahora, pensaba que tenía ese tema súper asumido, pero ahora sé que no, que me carga la muerte. La encuentro injusta la mayoría de las veces (hay que ser muy resentido social para salir con la volá de que la muerte es igualitaria, o vivir en el medioevo cuando había razones de sobra para ser tan resentido), incluso si existiera una vida feliz después de esta, porque haya lo que haya después, no es lo mismo que estar en la tierra y sería imposible hacer todo lo que faltó hacer acá. No me gusta que la gente se muera joven, no me gusta que la gente se muera sufriendo y no soporto las muertes inesperadas. La verdad tampoco me gusta mucho cuando muere una persona vieja. Entiendo que las cosas tienen un ciclo, que la vida es sabia y que las etapas se van cumpliendo, pero aún así me da cosa, y cuando se muere alguien viejo igual sufrimos mucho los que nos quedamos acá.
Cuando la gente dice que quiere un funeral feliz, lo encuentro lindo (yo también he pensado que me gustaría que fuera todo muy colorido y alegre), pero por favoooor, seamos realistas, al menos yo, nunca me alegraría por la muerte de alguien que quiero (y que no quiero tampoco, cachen que me molestó que la gente celebrara tanto la muerte de Pinochet) y no podría ser parte de una celebración. Creo que en el mejor de los casos, podría aliviarme por la muerte de alguien, sentir menos pena que si aún viviera, pero de ahí a celebrar, hay una gran diferencia. Me gusta vivir, me encanta el mundo aunque sé que por lo general es una mierda, pero estoy aferradísima -quizás demasiado- a este mundo y esta vida, y no me gusta la pena que da cuando alguien se muere (y eso que no soy de las que arranca de la pena, la asumo muy bien por lo general, pero esa pena nooo, es terrible).
:/