miércoles, 10 de noviembre de 2010

Una mente abierta

J: ¿Te parece si le pido a unos profesores que tuve en la universidad que escriban para la revista? ¿Podemos publicar gente de afuera?
M: Claro, nosotros somos súper abiertos... a gente que piense como nosotros.
J: .......

lunes, 8 de noviembre de 2010

Arcoiris

Cuando era muy chica -todavía no entraba al colegio- fui con mi familia a Puerto Varas. Nos quedamos en una pensión muy bonita con un terreno muy grande. Desde la casa se veía un tronco cortado, y sobre él, un tarro de pintura que tenía dibujado un arcoiris. Mi papá me dijo que de ese tarro nacían los arcoiris. Yo le creí. Cuando hubo uno, fui a ver, pero nada salía del tarro. Mi papá me explicó que no era el único, que había muchos de esos tarros por ahí y que de cualquiera de ellos podrían surgir arcoiris. Aaaah, claaaro, pensé yo. Me encanta acordarme de eso.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Actualizando

Estoy muy confundida en la mayor cantidad de aspectos posible.

lunes, 25 de octubre de 2010

Shile, unido y feliz....

Me había negado a escribir aquí de los mineros porque... bueh, quién quiere saber más de ellos. Pero la cosa no se acaba, y llega a niveles cada vez más insospechados. Sí, todos sabemos que la notica se convirtió en el velo sobre la huelga mapuche, pero eso no explica la increíble covertura internacional. ¿Qué "mapuches" tiene que tapar el mundo? Porque, a riesgo de sonar descorazonada, me es imposible creer que todo el mundo está realmente conmovido con la historia.
Mi hermano certeramente me señalaba el éxito de un ministro apolítico, perfecto representante del modelo que se ajusta al Shishtema. No sé si llamar a Golborne "apolítico", pero es cierto que su figura no se asocia a la farandulilla política y que encaja perfecto en el supuesto modelo de una derecha que pone el bienestar y progreso económico "de todos" por sobre la politiquería.
Sin embargo, creo que el problema va mucho más allá. Hay un desplazamiento de valores que realmente me perturba: los chilenos somos felices porque rescataron a los mineros, somos un país que se unió gracias a una titánica operación, y Europa, con sus nefastos líderes políticos, necesita saber que el éxito y la felicidad se pueden lograr incluso en el fin del mundo. Ante esto, los esfuerzos personales parecen ridículos y el famoso "granito de arena" pierde sentido. Separar la basura, no empujar en el metro y preocuparse de estar más contentos parecen estupideces y hasta insensibilidades o muestras de egoísmo ante problemas como el terremoto y los mineros, y especialmente ante soluciones cinematográficas. Las cosas ya no están en nuestras manos: para que seamos felices y tengamos éxito y unidad nacional, necesitamos inversiones exorbitantes que realizan perfectamente hombres que son más empresarios que políticos.
Sí, el rescate fue perfecto, el gobierno lo hizo bien (aunque todo lo que rodea el rescate, lo hizo asqueroso), los plazos no sólo se cumplieron, sino que hubo un notable adelanto, pero no hay que mezclar las cosas. Lo mediático no nos convierte en un país más feliz, y el buen manejo en operaciones de este tipo no tiene nada que ver con una buena calidad de vida, buena educación, etc.
Esto no es un palo político tanto como un lamento por la actitud de las personas. Qué ganas de que se valoricen los aportes personales y no se ridiculicen ante tragedias y éxitos mediáticos, ya ni siquiera nacionales, sino mundiales. A nivel mundial, la tecnología, las inversiones y la especialización se han heroizado más que los mismos mineros. Sin duda todo eso fue necesario en este caso, pero que no se nos olvide que un país es más que una tragedia superada; es un territorio material e inmaterial en el que vivimos nuestra cotidiandad, sueños, proyectos, memorias, etc. El país también lo hacemos nosotros, con granitos de arena.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Volvamos a los clásicos

El siniestro Doctor Mortis es, como sabrán, un clásico radioteatro y cómic chileno. Lo que quizás no saben es que pueden escuchar las grabaciones originales en internet. Para muchos septiembre es un caos porque el segundo semestre suele ser más agotador, apretado y recargado, porque se carretea con descontrol para celebrar y de paso olvidarse de todo lo malo del año (igual resulta, aunque sea momentáneamente) y porque algunos, como yo, a estas alturas del año empezamos con los quizás innecesarios y muchas veces agotadores balances, proyecciones y juicios sobre lo que ha sido el año y lo que queremos o quisimos que fuera.
Por todas estas cosas, me he estado distrayendo -oh, alivio- con una variopinta lista dentro de la que destaco mis audiciones de El siniestro Doctor Mortis. Al llegar del diplomado, o antes de ir, según la demanda de clases particulares en las tardes, me preparo algo para comer y, entre las risas de mi mamá, voy a encerrarme a mi pieza, a oscuras. Play, y el terror más clásico inunda la habitación y mis sentidos.

En medio del reality de los mineros y de tanto golpe mediático que se ha armado con cualquier tema que se vea exitoso en los facebook y twitters de los nuevos manifestantes de mac y blackberry, es una delicia disfrutar de clichés que no suenan ridículos, añejos, malempleados hasta el hartazgo, sino que relucen haciendo entender por qué llegaron a convertirse en clásicos. Me alegra darme cuenta de que, aunque el radioteatro no tiene en mí el efecto que se dice que tenía en su época, al menos conservo una capacidad de asombro que creo que muchos han perdido. Ojalá puedan disfrutar, como yo, de muertos vivientes, asesinos en serie, camposantos, risas de ultratumba, noches de tormenta y un-cuanto-hay de infaltables del género. Es cierto que no morirán de terror y su sueño difílmente se verá afectado, y que si quieren aterrarse, hasta los matinales, convertidos en crónicas rojas, sirven para eso, pero la maravilla de la construcción de los relatos -a veces sorprendentemente complejos- sigue siendo aplastante, y hay varios que son, por decir lo menos... inquietantes. MMMMUAHAHAHA

sábado, 7 de agosto de 2010

Iluminación

En realidad la palabra huir me gusta porque para mí huir es lo contrario. Yo encuentro que si uno no huye no se acerca a lo que uno desea acercarse.

Claudio Bertoni.

lunes, 19 de julio de 2010

Entérese

"Siempre he pensado que si hubiera más librerías y menos farmacias, la gente se enfermaría menos".
Mi mamá.

sábado, 3 de julio de 2010

¿Habrán sido los zapatos?

Hace unas dos semanas mi mamá me llevó a comprarme zapatos, para que estuviera más contenta. Me compré tres pares y son lindos, lindos, especialmente unos que parecen antiguos, ¡maravillosos! Cuando se los mostré a mi papá, dijo “pero si son iguales a los de la tía Eulalia”. Los quedé mirando, y son exactamente iguales. EXACTAMENTE.
Hace unos 30 años, mi papá acompañó a mi abuela, la del retrato, a la reducción del cuerpo de la tía Eulalia, que ya llevaba otros 30 años muerta. Obviamente tía mía no es, de mi papá tampoco, quizás de mi abuela, pero algo lejana. Es de esas tías viejas viejas cuyo parentesco nadie recuerda con precisión. Como no tenía parientes más cercanos vivos, fueron ellos, y mi abuela se encontró con la grata sorpresa de que su vestido y zapatos estaban intactos, y esos zapatos eran el último grito de la moda. Obviamente, se los llevó.
Nadie estuvo de acuerdo con que los usara, pero ella no hizo caso, y tuvo razón: fue la envidia de quien la veía con ellos, recibió innumerables elogios, no la atropellaron sorpresivamente, no se atragantó hasta morir, no le cayó nada desde un edificio en construcción y nadie más tenía los mismos. Años después, estando mi abuela ya más vieja y yo muy chica, volvió a usar esos zapatos (tan cíclica que es la moda), que seguían pareciendo nuevos. Un domingo, cuando ella estaba almorzando en la casa con esos zapatos, me enteré de la historia y desde entonces cada vez que los miraba, me daban un poco de susto y desconfianza.
Lo mismo me pasó al ver mis zapatos después de que mi papá notara el increíble parecido y me trajera a la memoria la visión de los zapatos de la difunta y hasta reducida tía Eulalia. Hace un par de días, al desperar, me quedé un rato acostada mirando los zapatos que estaban en un rincón desde hace una semana. Me levanté, y decidí usarlos por primera vez. “Son tan lindos, qué estupidez tenerlos ahí juntado polvo”.
Partí entonces en dirección al Campus Oriente para imprimir algunos textos y fotocopiar otros, lo que debí haber hecho tiempo atrás pero que postergaba y postergaba. Apenas salí, un gato negro se me cruzó, cosa nada rara porque mi calle está siempre llena de gatos, pero claro, por primera vez lo sentí como un mal augurio. Acorté camino cruzando el parque Pucará, como acostumbro hacer, y en medio del pasto había un pajarito muerto, lleno de hormigas. Seguí caminando, haciéndome la indiferente, y al salir del parque noté que en la Iglesia que está justo al frente, estaba entrando mucha gente de negro. Segundos después estaba en la primera esquina que debía cruzar donde hay muchísimo tránsito. Tenía luz roja… y un poco de susto. Cuando cambió la luz, me sentí muy tonta, un poco avergonzada, y crucé a paso seguro, sin que nada me pasara, obviamente. Un par de cuadras y listo, había llegado a mi destino sana y salva.
Fotocopié, imprimí, y taconeando por los lindos pasillos del Campus me dirigía a la puerta para volver a mi casa, ya sin tontos miedos. Casi llegando a la salida, me detuve en seco, perpleja, y me quedé ahí paralizada. Algunas personas que estaban a mi alrededor, con cara de susto miraron en la dirección de mis muy abiertos ojos, pensando que algo terrible debí haber visto, pero no encontraron nada. Yo tampoco veía nada. Mis ojos solamente expresaban espanto, pero eran incapaces de ver, porque mi mente no procesaba nada desde el instante en que me había dado cuenta que sí, algo había muerto. Por primera vez desde hace varias semanas, las ganas de no hacer nada y hundirme en mi cama, en la oscuridad de mi pieza, quedaron enterradas en algún lugar.

martes, 22 de junio de 2010

Atróh

B: ¿Me pueden creer que los auspiciadores se quejaron porque los panoramas culturales que pusimos en la revista son muy ABC1?
M: ¡ABC1! Pero si ahora cualquier gente va a todos lados... anda a darte una vuelta por el Parque Arauco y los C3 van igual... O sea... UNO ya ni puede ir, te juro.
B: Uuuuuuf, si en el Parque Arauco uno se encuentra con cada cosa.
J: ........................

domingo, 20 de junio de 2010

Ternura

M: Una vez que me agarré a combos con un weón, le estaba ganando y se metió su hermano mayor a sacarme la cresta.
J: Oooooh, qué injuuusto.
M: Sí poh, pero en eso se metió mi hermano y le sacó la cresta a los dos.
J: Ah, súper rudo.
M: Es que era mayor que el hermano mayor del otro. Yo tenía como 4, el hermano del pendejo tenía 7, y el Javier tenía 8.

sábado, 5 de junio de 2010

Mundo análogo

Me hace falta sacar fotos y me alegra mucho haberme dado cuenta. Me puse a ver las fotos del viaje, las análogas, claro, y me alegré mucho, no tanto por la rememoración de recuerdos como por el gusto de la contemplación en sí misma y de ver fotos que, sean de donde sean, yo tomé. Y lo hice con tanto cariño, con tanto asombro por la acción maravillosa de sacar fotos.
Recordé cuando fuimos con la L al museo de Hundertwasser en Viena y tuvimos la increíble suerte de que nos tocara una exposición de Annie Leibovitz. La expo era de fotografías desde los 90, así que no le tenía mucha fe. Cuando entramos, no lo podía creer: paredes y paredes tapizadas en pequeñas fotos, una al lado de otra, cientos de fotos maravillosas, de las que no se encuentran en Internet y que me dieron uno de los momentos más inspiradores del viaje. Por lo general, no disfruto tanto las exposiciones de fotografía, pero esa era perfecta, hermosa, sobrecogedora. Y me di cuenta de que la explicación no está en el talento de Leibovitz, sino en el poder de las fotografías, que por suerte en esa oportunidad no fueron expuestas como una seguidilla de soberbios intentos de arte, sino como una caótica mezcla de testimonios de una vida que transcurrió tal como mi mirada iba de una foto a otra.
Lo mismo sentí hace un rato, cuando me puse a revisar viejos álbumes de mi casa, la mayoría repletos de recuerdos que no viví. Muchas fotos de los 70 y 80, con tonos anaranjados, ya irrepetibles. Hermosas. Sentí un deseo tan grande de agarrar mi cámara y salir a fotografiar lo que fuera, todo lo que se me cruzara por delante.
Hay tantas cosas que cambiaron en mi vida y que ya no puedo registrar con alguna de mis cámaras. Ayer, que estaba un poco triste, pensé que era mejor, porque si tuviera fotos de ese momento y con esa persona, ahora las estaría viendo solo para entristecerme más. Pero no, las fotos son maravillosas, tan especiales, que siempre me traen felicidad y no melancolía. Una vez, cuando miraba una foto de mi mamá cuando era muy joven y tenía la edad que yo tenía en ese momento (18 ó 19 años, creo), me puse a llorar. No sé, algo me dio pena, una sensación de impotencia ante el paso del tiempo y el cambio, que a veces es tan malo. No sé dónde dejé esa foto. Hace tiempo que la estoy buscando porque la tengo en la memoria y quiero volver a verla ahora que su imagen me provoca, al menos en la mente, tranquilidad y alegría. No porque las cosas fueran mejores, sino porque las cosas fueron y, de alguna forma, siguen siendo en esa foto. ¿Hay algo más lindo que eso?

lunes, 31 de mayo de 2010

Yo tengo un lindo profesor

Y se llama Miguel Castillo Didier. Es mi profesor de griego clásico en el diplomado en Estudios Griegos que estoy haciendo en el Centro de estudios de la Chile. Seco. Un buen día con mi amigo J, nuestro encuentro en el Emporio terminó en un anochecer acompañado de vino en su casa. Fue entonces cuando me mostró su envidiable Kavafis íntegro y se le ocurrió preguntarme si mi profesor de griego sería Castillo Didier –me encanta cómo le sube el pelo llamarlo por sus apellidos-, el traductor del libro. “Por favor dime que es él, ¡es EL traductor de Kavafis!” Yo, que aún no empezaba el diplomado y que nada sabía del poeta griego ni de don Miguel, reconocí que no tenía idea, y ¡WUJU!, resultó que el importante traductor es el director del Centro y mi profesor de griego. Una segunda mención a mi profesor, en boca de una amiga del magíster, que ya tendrá su propia entrada en este blog, me hizo indagar un poco más y la sorpresa fue magnánima. Don Miguel, tan lindo él, es musicólogo, entre otras muchas cosas. Toca varios instrumentos y hasta tiene una envidiable sala de música en su casa, donde luce nada más y nada menos que un órgano hecho a mano en Francia. Sí, un órgano. Y en su casa. Pero eso no es nada.
Resulta que la esposa de Kazantzakis lo contactó para pedirle que fuera el traductor al español de la obra más impresionante y ambiciosa de su marido, La Odisea. Durante seis años trabajaron a la par en esta tarea titánica; los neologismos y regionalismos usados por Kazantzakis hicieron necesario que don Miguel necesitara la ayuda de la viuda. Al terminar el trabajo, don Miguel pidió como pago un órgano que se hizo a mano durante los mismos 6 años que dedicó a La Odisea… ¿puede alguien ser tan tan lindo y noble, que pide como pago de su trabajo de 6 años un órgano? Además, practica todas las mañanas y también es profesor en el conservatorio de la Chile, según me contaron hace unos días.
Y es tan seco, tan feuchito, tan tierno. Obviamente es absolutamente torpe socialmente, extremadamente formal y cortado para hablar y pronuncia mal la doble rr, problema que no intenta esconder porque repite constantemente la palabra “tellible”, porque “no crean que este ramo es tan tellible” y “es tellible lo indigna que es la bodega del centro”. Para vestirse también es muy formal y como es un poco mal hechito, no hay corte que le quede bien. Es menudito, pero sus lentes son grandes, grandes. Don Migueeeel. Mis compañeros dicen que enseña mal, que es poco pedagógico, pero qué chucha importa eso, me pregunto yo. En todo caso, yo le entiendo todito y es tan, tan seco. Tanto, que lo pueden ver aquí, en la única entrevista que me hizo sentir un profundo odio –mentira– por Cristián Warnken, que no deja que mi lindo profesor se luzca como evidentemente podría.
Post scriptum: te sigo amando, Arbea.

domingo, 2 de mayo de 2010

El verdadero final del Quijote

Capítulo LXXIV

De cómo don Quijote cayó malo, del último engaño que se le hizo y de su muerte
"Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres, y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba; porque o ya fuese de la melancolía que le causaba el verse vencido o ya por la disposición del cielo, que así lo ordenaba, se le arraigó una calentura que le tuvo seis días en la cama, en los cuales fue visitado muchas veces del cura, del bachiller y del barbero, sus amigos, sin quitársele de la cabecera Sancho Panza, su buen escudero."
Hasta aquí, mantengo el relato tal y como llegó a mis manos en el manuscrito de Miguel de Cervantes y Saavedra, pero lo que se dice a continuación es lo que rescaté del relato del moro Cide Hamete Benengeli, puesto que el autor español pecó de imaginativo y dio otro fin a nuestro valiente caballero. Ninguno de esos arrebatos de cristianismo es fiel a lo que en realidad aconteció, y es por eso que me veo en necesidad de relataros el verdadero desenlace de tan maravillosa y famosa historia.
Viendo el cura, el bachiller y el barbero el inminente fin de don Quijote, luego de discutir y discutir sobre el tema, decidieron darle una muerte feliz y ya no intentar volverlo a la cordura, empresa que les fue siempre imposible. Estando don Quijote tan triste de no poder desfacer agravios y enderezar tuertos cuan grandioso caballero andante, conmovió a sus amigos que, como hemos visto, habilidad tienen en engaños y triquiñuelas. Decidieron entonces ir donde Aldonza Lorenzo para pedirle que visitara a su siempre enamorado don Quijote, vestida como princesa del más alto linaje para que el de la Triste Figura la viera desencantada. Ama y sobrina no aceptaron el engaño de muy buen talante, que ya de caballeros y pilatunadas de caballería estaban hartas, pero entristecidas ante la salud de don Quijote y queriendo para él el mejor fin, se sumaron a la farsa.
Fueron en busca de Aldonza, a quien tuvieron que convencer ofreciéndole dos botas de vino, que harto tentada por los licores era, y lleváronla a la casa del barbero para acicalarla, que falta le hacía. Cosió la sobrina un bello vestido mientras el ama bañaba a Aldonza que chillaba como cerdo porque jamás le gustó el agua. Frotábala el ama con fuerza porque la mugre que tenía llevaba allí años, y olía que trascendía. Luego del baño preparó la sobrina miel caliente para arrancarle a la robusta joven los vellos negros, gruesos y rizados que tenía como si fueran una sola ceja, en el bigote y los que tapizaban su pecho y piernas. Comenzó la sobrina por el bigote y Aldonza gritó del dolor, de un manotazo hizo volar la miel por la ventana, corrió por la casa, rompió vasijas, volteó mesas, metió el hocico -que es difícil decir que tan tosca mujer tenía boca- en el agua y salió corriendo y subió a lo más alto del primer árbol que encontró. Ama y sobrina tuvieron que prometerle que la dejarían tan peluda como estaba y que le darían otra bota de vino además de una pierna de jamón para que la mujer bajara y siguiera con el engaño. Tuvo que aguantar la pobre que el cura, el barbero y el bachiller tiraran al tiempo de los cordeles de la faja que le pusieron, porque ama y sobrina no tenían tanta fuerza para apretar sus carnes robustas y hacerle algo de cintura en ese cuerpo más heredado del padre que de la madre.
Embellecida Aldonza lo más que se pudo, que no fue mucho, iba a ver a su don Quijote cuando unos mozos de la aldea se le acercaron para reírse de sus atuendos. ¡Mona que viste de seda, mona queda!, gritáronle, lo que oyó don Quijote desde su lecho. Levantó la cabeza lo más que pudo para asomar los ojos por la ventana y ver a qué honrosa dama algunos grandísimos bellacos trataban de esa forma, y al ver a su sin par Dulcinea del Toboso, sintió recobrar fuerzas y decidió ponerse en pie, confiando que el Caballero de la Blanca Luna consentiría que volviese a la caballería sólo por esta vez, para defender a su amada de esos hombres que don Quijote creyó ser los mismísimos infantes de Carrión.
- Sancho, amigo -dijo don Quijote a su leal escudero que no se separó de la cama durante la enfermedad- acercadme mi armadura, que el inigualable y valeroso caballero don Quijote de la Mancha debe defender la honra de su amada.
- Pero vuestra merced está que estira la pata, y prometió no volver a la caballería en un año.
- ¿Qué no veis, grandísimo bellaco, hideputa, que en este momento mi Dulcinea del Toboso está a punto de ser agraviada por los Infantes de Carrión? No hay promesa que valga ni malestar que no se aguante si la honra de mi amada corre algún peligro.
- Yo no veo por la ventana a esos Infantes de Cuairón, pues no veo más que a unos ladronzuelos de la aldea que se burlan de la hija de Lorenzo, y cómo no, que con esas ropas se le ve la espalda más ancha y fortachona de lo que ya es y se le ve todo el pelo que la cubre, que ni Teresa lo tiene en esa abundancia.
- No sigáis, Sancho, que no quiero enfrentarme a mi fiel escudero, y sígueme, que la aventura más importante y honrosa en la que podrías imaginar ver a tu señor está que acaece.
Salió don Quijote a enfrentar a los mozuelos y casi llegando a su encuentro cayó al suelo de la propia vejez y calentura que lo tenía en su lecho. Dio Aldonza unos golpes con la rodilla a los bellacos que de ella se burlaban, ahí donde más les duele, y salieron corriendo como pudieron, con las piernas juntas de las rodillas hacia arriba, que el dolor de los golpes los tenía inmovilizados por esos parajes. Sancho se acercó a su señor y Aldonza, enternecida de ver en tan mal estado a un señor de tal edad, acercose, y recordando lo que había quedado de hacer, tomó la mano de don Quijote, que recobrando apenas el sentido, al ver a quien para él era la mujer más bella de todas las de este mundo, más que Isolda y Oriana, sintió que en su pecho no cabía más felicidad.
- Sancho, dime si no es bella Mi Señora. Oh, mi sin par Dulcinea de Toboso, siento que la vida se me va, pero no hay mejor muerte para un caballero que dar la vida por defender la honra de su amada. Tantas aventuras, todas para prepararme para la final, para la batalla de las batallas, en la que he dado mi vida por vos, mi dulce amada. ¿Viste, Sancho, cómo huyeron esos infames?
- Cómo no iban a salir corriendo con el golpe que les di a esos hideputas- dijo Aldonza.
- Tu vos está cada vez más ronca, Sancho, y no seas codicioso de la gloria ajena, que a esos bellacos yo los golpeé. Y cuida esas palabras, salvaje, que así no se habla en presencia de mi señora.
Estuvo a punto Sancho de decirle a don Quijote que no fue él el que habló, pero el estado de su señor era tal que más de unos minutos de vida no le quedarían, y no pudo sino decirle cuánto lo estimaba y cómo le dolía su partida.
- No os turbéis, Sancho, que en el cielo me esperan el Cid y Amadís. He luchado siempre llevando por delante el nombre de mi tierra, mi Dios, y mi amada Dulcinea, que finalmente ha tomado mi humilde mano. Nada puede ser mejor, no hay otro fin que quisiera más que este. Sólo quiero pedirte, Sancho amigo, que contéis este mi fin, para que se sepa que no fui recluido como un loco, como lo dijo ese tal Avellaneda, ni mucho menos que pasé mis últimas horas declarándome enemigo de Amadís, ¡Dios me guarde!, ni mucho menos arrepentido de las lecturas de las hazañas de los grandes héroes que han pisado este mundo, esos a los que gracias a ti, fiel escudero, he podido igualar. Ese Cervantes, vil bellaco, es el más hideputa de todos. ¡Deshonrosa muerte me ha dado en sus falsos relatos!. Toda deuda entre nosotros queda saldada, Sancho, y dejo a ti ciertos haberes que guardo bajo mi cama. A vos, mi sin par Dulcinea de Toboso, dejo mi corazón, y todas mis aventuras que han sido relatadas fielmente por el moro Benengeli, han sido desde siempre para vuestra merced. Nada me alegra más que vivir mis últimos momentos con tan fermosa doncella, y así partiré seguro de que vuestra merced no creerá las bellaquerías que de mi descenso se han escrito. Sepa usted, que yo muero como el caballero más valiente y más enamorado del que jamás se ha sabido.
Diciendo esto, dio Don Quijote su último suspiro.

lunes, 26 de abril de 2010

Reviviendo

Estoy en un terreno bastante inestable. Ya sé que todos deben estar tan aburridos, como yo, del terremoto y de tanta metáfora chanta, pero debo reconocer que no hay mejor forma de decir lo que me pasa: siento que mi mundo se mueve entre interminables réplicas. Me ha costado acostumbrarme a mi nueva vida, a los cambios. Estoy haciendo un diplomado, un magister y tengo algunas pegas no muy exigentes. Mis horarios no son nada buenos, no hay ningún patrón que se repita al menos un día y cuando todos tienen tiempo para hacer vida social, yo juuusto tengo clases o reuniones. Igual estoy extremadamente feliz de haber salido de Letras de no ir más a esa weá fea de San Joaquín. No he hablado con L. Mi relación con M es tan, tan rara. Me gusta como van las cosas con J y E, con quienes todo es mucho mejor que durante el año pasado. Me pregunto por qué existe gente como C, qué los hace ser así.
Y bueno, cuando me estaba acostumbrando un poco, me vi obligada a hacer cambios que pueden no parecer tan importantes, pero para mi son vitales. Me cambié de pieza. Ahora estoy en una muy chiquitita, pero tiene baño y me está quedando linda. El jueves llega la Pili a tener a mi primer sobrino aquí, y se quedará en la casa. Como después llegará su marido y tendrán que dormir con la cuna en la pieza, les cedí la mía que es la más grande de la casa. Como mi papá ya no está trabajando, con mi mamá están pasando dos días en Santiago y 5 en la parcela. Mi hermano se fue a vivir solo, hace un tiempo ya. Ahora que llega la Pili, obviamente mis papás se quedarán acá casi toda la semana y mucha gente vendrá a verla, poniendo fin a la era de paz y casi total soledad en la casa. Estaba tan contenta, tan tranquila... tan ermitaña como me gusta ser. A veces me sentía algo sola, pero para eso contaba con personas que amo que estén en mi vida y que me acompañan con tanto cariño cada vez que lo necesito. No, no cada vez, pero filo.
No sé por qué escribo cosas que a nadie le importan. No sé, me da lata tener el blog tan abandonado...
En fin... estoy tan confundida... ¿cuándo sabré que hacer con mi vida, con M, con mis sueños y problemas?
Ya no quiero problemas..............
eso...............................

jueves, 11 de marzo de 2010

Miren de lo que uno se entera

José Piñera no solo vendió el país como ministro de economía de Pinochet, ¡también nos salvó del terremoto! Ay, si es un dios este hombre...

http://stossel.blogs.foxbusiness.com/2010/03/01/a-tale-of-two-quakes-ii/

¡Gracias, libre mercado!

miércoles, 6 de enero de 2010

Budapest

Si, estamos en Budapest. En Hungria. Desde chica que sogne con hacer este viaje a europa, pero jamas habia considerado estar en HUNGRIA. En la estacion de trenes de Praga con la Leo pensabamos que conoceriamos hungaros jajaja zy nos cagamos de risa. Quizas lo mas gracioso sea que Budapest resulto ser igualito que Santiago, pero con nieve y edificios mas espectaculares. Nuestro hostal esta en Rosas con Bandera, lo prometo. El estilo es el mismo, los autos, las tiendas. La mejor es una de ropa usada, con el mismo olor de las de alla, ropa ochentera y hasta zapatos usados. Es tan tan tan bacan ver Santiago nevado y descansar un poco la mente de tanto lugar distinto. Nos sentimos tan en casa que ni el idioma nos choca tanto como nos paso en Heidelberg y Praga. Ademas, los hungaros son de las mejores personas que se puede encontrar sobre la tierra, tan lindos y amables!, pero jotes tambien. En el bar de ayer fue increible, que onda como el espagnol calienta a los hungaros. TODO el bar estaba pendiente de nosotras, todos nos joteaban, nos llegaban tragos que quizas quien nos invitaba, y el viejo que atendia era TAN mitico y bacan!! Apenas llegamos nos dijo que cualquier problema le avisaramos y me recomendo el vino caliente que el hace, LEJOS el mejor que he probado en toda mi vida. Toda la noche nos cuido y ponia mala cara cuando servia lo que nos invitaban. Hubo un momento en que aparecieron varios viejos VIEJOS en la barra y nos dijo que mejor fueramos a sentarnos mas lejos porque los viejos curaos nos estaban mirando mucho, jajaja, ASI de lindi. Una de las cosas bacanes de la noche de ayer fue que entre tanto jote, que ya me habian empezado a desesperar, aparecio un chico con rulitos tipo Frodo que era IGUAL a Langa. Es que IGUAL. SI Langa se hiciera la permanente, parecerian gemelos. Era lo ultimo que me faltaba para sentirme en casa, y al igual que su doble chileno, era de lo mas educadito y caballero. Le hable caleta jajaja, y hasta sus gestos eran los de Langa. La unica diferencia, ademas de la de los rulos y de que mide 40 centimetros menos que el Galan al reves, es que habló caleta tambien jajajaja y no estaba volao.
Seguimos contentas. Hoy camine mucho por la nieve y sonaba cccjjjj ccjjjjj. Fuimos felices. Caminamos por la orilla del rio de aca, que la verdad es que no tengo puta idea de como se llama, y tomabamos sopita en nuestros mugs. Eso, gente, es la perfeccion. Aunque si de perfeccion hablamos, no puedo dejar de mencionar el hostal. Tan lindo, tan comodo, tan no estafador. Es el mas barato de todos a los que iremos y el desayuno es una apoteosis del sabor. Hasta con queso crema poh. La sala comun es grande, mas que la de Praga, donde estabamos en la pieya 37 y yo creo que de mas habia unas 50 piezas de 8 personas cada una. Aca hay 3 piezas de 5 camas, bien espaciosas y sin camarote. Una maravilla. Pero lo mas mas mas bacannnn del hostal es que tienen una jaula enorme con dos loros que hacen juit juiut y hablan en hungaro y se estiran gracioso, "como bailarines", dijo certeramente la Leo. Ayer cuando llegamos 'chas mierrr del bar del viejo bacan (del que tenemos FOTOS), nos sentamos en la sala comun a tomar mucha agua., y un loro se desperto y empezo a silvarnos y decirnos "jshorcut jyo zben" o cosas asi. Exacto, carreteamos en Budapest, nos jotearon en hungaro, nos invitaron tragos extragnos, nuestro guardaespaldas fue un viejo bacan con bigote y un aro de cruz -el loro acaba de hablar-, y cuando llegamos, un loro nos hablo en hungaro. Irrepetible.
Amamos a los loros, amamos a los hungaros, amamos la familiaridad de Budapest, amamos decir que estamos en HUNGRIA, amamos que cuando vayamos al budapest nos vamos a curar y exigiremos hablar con el duegno para conversar sobre budapest "PORQUE YO FUI PA ALLA POH SHUSHETUMADRE, ASI QUE LLAMATE AL DUEGNO", amamos que el hostal quede en rosas con bandera y amamos la nieve.

domingo, 3 de enero de 2010

Praga 2

Teorias sobre el Viejo del hostal

Sin duda alguna explicacion podra esclarecer la misteriosa presencia de un hombre de edad en el hostal de jovenes viajeros en el que me encuentro en Praga. Diversas teorias se barajan al respecto, como vemos a contiuacion.
1. Es como esos viejos extragnos que viven en hoteles, pero con menos plata
2. Tiene tanta o mas plata que ellos, pero ahorra todo lo que puede para gastar cantidades obscenas de dinero en comida. Al respecto, es esclarecedor recordar dos escenas notables; cuando comia una enorme pizza en el computador comunitario ("me salve", me dice el teclado) y cuando lo vimos salir de la cocina en la magnana con una leche y un plato con unos cuatro pansotes con queso y quizas jamon, como para un regimiento.
3. Vino aqui de joven y se enamoro del hostal y jamas quizo salir.
4. Un dia, mientras estaba en el hostal como tantos otros jovenes viajeros, fue hechizado y ya no puede salir. Al tocar la puerta, esta se hace tan pesada que ni con la fuerza de mil toros puede moverse. El hechizo tendra al pobre hombre preso en este hostal hasta que llegue un vigoroso joven que sea capaz de comer mas que el.
5. Le pagan. Lo contrato el hostal porque todo buen hostal que se precie de serlo debe tener un personaje mitico como el viejo que siempre come, jamas sale, no se quita el jockey y domina varios idiomas. Hoy, cuando busquen el google sobre el Viejo del Hostal y encuentren esto, aumentara su comision.
Aunque quizas no sea correcto, no puedo evitar alejarme del cientificismo de este escrito para dar mi mas personal opinion al manifestar publicamente que las teorias 4 y 5 me parecen a todas luces las mas plaucibles. Esperamos tener pronto una foto del individuo, que nos sera muy util en la difusion del fenomeno y para avanzar en la tarea de dilucidar el misterio.

sábado, 2 de enero de 2010

Praga

Oh Dios......