Me había negado a escribir aquí de los mineros porque... bueh, quién quiere saber más de ellos. Pero la cosa no se acaba, y llega a niveles cada vez más insospechados. Sí, todos sabemos que la notica se convirtió en el velo sobre la huelga mapuche, pero eso no explica la increíble covertura internacional. ¿Qué "mapuches" tiene que tapar el mundo? Porque, a riesgo de sonar descorazonada, me es imposible creer que todo el mundo está realmente conmovido con la historia.
Mi hermano certeramente me señalaba el éxito de un ministro apolítico, perfecto representante del modelo que se ajusta al Shishtema. No sé si llamar a Golborne "apolítico", pero es cierto que su figura no se asocia a la farandulilla política y que encaja perfecto en el supuesto modelo de una derecha que pone el bienestar y progreso económico "de todos" por sobre la politiquería.
Sin embargo, creo que el problema va mucho más allá. Hay un desplazamiento de valores que realmente me perturba: los chilenos somos felices porque rescataron a los mineros, somos un país que se unió gracias a una titánica operación, y Europa, con sus nefastos líderes políticos, necesita saber que el éxito y la felicidad se pueden lograr incluso en el fin del mundo. Ante esto, los esfuerzos personales parecen ridículos y el famoso "granito de arena" pierde sentido. Separar la basura, no empujar en el metro y preocuparse de estar más contentos parecen estupideces y hasta insensibilidades o muestras de egoísmo ante problemas como el terremoto y los mineros, y especialmente ante soluciones cinematográficas. Las cosas ya no están en nuestras manos: para que seamos felices y tengamos éxito y unidad nacional, necesitamos inversiones exorbitantes que realizan perfectamente hombres que son más empresarios que políticos.
Sí, el rescate fue perfecto, el gobierno lo hizo bien (aunque todo lo que rodea el rescate, lo hizo asqueroso), los plazos no sólo se cumplieron, sino que hubo un notable adelanto, pero no hay que mezclar las cosas. Lo mediático no nos convierte en un país más feliz, y el buen manejo en operaciones de este tipo no tiene nada que ver con una buena calidad de vida, buena educación, etc.
Esto no es un palo político tanto como un lamento por la actitud de las personas. Qué ganas de que se valoricen los aportes personales y no se ridiculicen ante tragedias y éxitos mediáticos, ya ni siquiera nacionales, sino mundiales. A nivel mundial, la tecnología, las inversiones y la especialización se han heroizado más que los mismos mineros. Sin duda todo eso fue necesario en este caso, pero que no se nos olvide que un país es más que una tragedia superada; es un territorio material e inmaterial en el que vivimos nuestra cotidiandad, sueños, proyectos, memorias, etc. El país también lo hacemos nosotros, con granitos de arena.
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lunes, 25 de octubre de 2010
jueves, 11 de marzo de 2010
Miren de lo que uno se entera
José Piñera no solo vendió el país como ministro de economía de Pinochet, ¡también nos salvó del terremoto! Ay, si es un dios este hombre...
http://stossel.blogs.foxbusiness.com/2010/03/01/a-tale-of-two-quakes-ii/
¡Gracias, libre mercado!
http://stossel.blogs.foxbusiness.com/2010/03/01/a-tale-of-two-quakes-ii/
¡Gracias, libre mercado!
miércoles, 8 de julio de 2009
Violentos ataques de castores tienen a las ciudades más importantes del mundo en estado catastrófico.
Continúan la destrucción de edificios, el aislamiento de ciudades y los ataques personales.
París se encuentra en estado crítico luego de que cientos de castores rabiosos comieran las bases de la Torre Eiffel, que cayó dejando 68 muertos y 104 heridos, además de cortar las principales avenidas de la ciudad y de causar daños irreparables en el Louvre, el Banque de France, la Sorbonne, e innumerables edificios de valor histórico, social y cultural. Durante los últimos días los castores han hecho represas en el Senna, causando inundaciones que han obligado a la población a desplazarse a la periferia.
En Nueva York han roído y derribado más de 60 edificios y a lo largo de todo Estados Unidos han obstruido carreteras con murallas de barro y ramas, aislando ciudades enteras y causando problemas económicos que están afectando al mundo entero. Este es el país en que registran más ataques personales; ya se registran 75 muertos y 428 heridos por fuertes coletazos. “La situación es insostenible, las medidas tomadas han sido inútiles. Los castores mordieron todos mis pares de zapatos, ¿qué más daño esperan que hagan para encontrar una solución?”, dice afectada una de las personalidades más destacadas de NY, Sarah Jessica Parker. En Londres y Barcelona las muertes han sido menos, pero brutalmente macabras; una mujer embarazada, un anciano y tres adolescentes fueron carcomidos mientras dormían tranquilamente en sus casas, en la ciudad inglesa, y dos niños, en las mismas circunstancias, en Barcelona.
Las ciudades más afectadas han tomado diversas medidas. En Nueva York se repartieron masivamente grandes cantidades de veneno para esparcir alrededor de toda construcción, lo que ha causado la muerte de cientos de animales domésticos. Greenpeace se querelló contra el Departamento de Medidas Sanitarias, querella a la que se sumaron incontables particulares y otras organizaciones como FOB (Friends of the Beavers) y la UR (United Rodens). Importantes personalidades se han unido a campañas en contra de la peligrosa medida, como Paris Hilton, que sufre por el envenenamiento de su perro Tinkerbell, y Hugh Hefner, que perdió a todos sus pavos reales y cisnes. En Tokio, donde la catástrofe no es menos crítica, se inició una matanza masiva, pero los castores parecen reproducirse extraordinariamente rápido, y la medida ha causado más problemas sanitarios que soluciones.
En Osaka se está llevando a cabo una convención de urgencia mundial convocada por la S&N (Scientists & Nerds), donde los mejores expertos buscan un químico que calme a los castores, para inyectarlo en hojas y cortezas que serían esparcidas vía aérea en las ciudades afectadas. Los científicos han mantenido absoluta reserva sobre las posibles causas de este alzamiento. El cientista político de la Universidad de Chile, Karino Valle, sostiene que el motivo es que la CRIDALD (Castores Revolucionarios Independentistas Dentones Árabes Libertarios Disconformes) descubrió y dio a conocer la matanza masiva de castores para la utilización de su grasa en productos de belleza (en Chile, todas las marcas trabajan con grasa de castor, menos Esika, L’Bel y Cyzone), causando la indignación y el descontrolado deseo de venganza de los roedores. Por otro lado, numerosos expertos aseguran que la rabia se debe a la contaminación de estas grandes ciudades, que ha causado cambios crónicos e irreversibles tanto en castores como en otras razas: “Dentro de poco brotará la rabia de vacas y jabalís”, anticipa Roger Smith, fanático de Michael Jackson.
La plaga aún no llega a Chile, y los expertos dicen que no hay peligro. Sin embargo, cientos de denuncias sobre ataques de ratones y diversos roedores en el sur han prendido la alarma en la población. Hasta ahora, el gobierno no ha implantado medidas preventivas.
París se encuentra en estado crítico luego de que cientos de castores rabiosos comieran las bases de la Torre Eiffel, que cayó dejando 68 muertos y 104 heridos, además de cortar las principales avenidas de la ciudad y de causar daños irreparables en el Louvre, el Banque de France, la Sorbonne, e innumerables edificios de valor histórico, social y cultural. Durante los últimos días los castores han hecho represas en el Senna, causando inundaciones que han obligado a la población a desplazarse a la periferia.
En Nueva York han roído y derribado más de 60 edificios y a lo largo de todo Estados Unidos han obstruido carreteras con murallas de barro y ramas, aislando ciudades enteras y causando problemas económicos que están afectando al mundo entero. Este es el país en que registran más ataques personales; ya se registran 75 muertos y 428 heridos por fuertes coletazos. “La situación es insostenible, las medidas tomadas han sido inútiles. Los castores mordieron todos mis pares de zapatos, ¿qué más daño esperan que hagan para encontrar una solución?”, dice afectada una de las personalidades más destacadas de NY, Sarah Jessica Parker. En Londres y Barcelona las muertes han sido menos, pero brutalmente macabras; una mujer embarazada, un anciano y tres adolescentes fueron carcomidos mientras dormían tranquilamente en sus casas, en la ciudad inglesa, y dos niños, en las mismas circunstancias, en Barcelona.
Las ciudades más afectadas han tomado diversas medidas. En Nueva York se repartieron masivamente grandes cantidades de veneno para esparcir alrededor de toda construcción, lo que ha causado la muerte de cientos de animales domésticos. Greenpeace se querelló contra el Departamento de Medidas Sanitarias, querella a la que se sumaron incontables particulares y otras organizaciones como FOB (Friends of the Beavers) y la UR (United Rodens). Importantes personalidades se han unido a campañas en contra de la peligrosa medida, como Paris Hilton, que sufre por el envenenamiento de su perro Tinkerbell, y Hugh Hefner, que perdió a todos sus pavos reales y cisnes. En Tokio, donde la catástrofe no es menos crítica, se inició una matanza masiva, pero los castores parecen reproducirse extraordinariamente rápido, y la medida ha causado más problemas sanitarios que soluciones.
En Osaka se está llevando a cabo una convención de urgencia mundial convocada por la S&N (Scientists & Nerds), donde los mejores expertos buscan un químico que calme a los castores, para inyectarlo en hojas y cortezas que serían esparcidas vía aérea en las ciudades afectadas. Los científicos han mantenido absoluta reserva sobre las posibles causas de este alzamiento. El cientista político de la Universidad de Chile, Karino Valle, sostiene que el motivo es que la CRIDALD (Castores Revolucionarios Independentistas Dentones Árabes Libertarios Disconformes) descubrió y dio a conocer la matanza masiva de castores para la utilización de su grasa en productos de belleza (en Chile, todas las marcas trabajan con grasa de castor, menos Esika, L’Bel y Cyzone), causando la indignación y el descontrolado deseo de venganza de los roedores. Por otro lado, numerosos expertos aseguran que la rabia se debe a la contaminación de estas grandes ciudades, que ha causado cambios crónicos e irreversibles tanto en castores como en otras razas: “Dentro de poco brotará la rabia de vacas y jabalís”, anticipa Roger Smith, fanático de Michael Jackson.
La plaga aún no llega a Chile, y los expertos dicen que no hay peligro. Sin embargo, cientos de denuncias sobre ataques de ratones y diversos roedores en el sur han prendido la alarma en la población. Hasta ahora, el gobierno no ha implantado medidas preventivas.
jueves, 25 de junio de 2009
Así está la cosa
Los medios van uno a uno confirmando la muerte de Michael Jackson (de los grandes y creibles, sólo falta CNN), un par de días después de que, esperando el metro en el andén y sin batería en mi mp4, una noticia que daban en las teles que nadie pesca decía "Michael Jackson busca niños para coro", claro, para la gira que tenía planificada.... fuimos dos los que nos reímos muy, muy fuerte.
Gracias, Michael, por eso y por todo lo demás (vieran como me lucía en los cumpleaños a los que iba como a los 6 años, bailaba igualito!)
Ojo con las etiquetas. Esto es realmente emotivo.
Gracias, Michael, por eso y por todo lo demás (vieran como me lucía en los cumpleaños a los que iba como a los 6 años, bailaba igualito!)
Ojo con las etiquetas. Esto es realmente emotivo.
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Volás emotivas
miércoles, 8 de agosto de 2007
Un punto de fuga

Foucault puede ser un filósofo exepcional, o un paranoico que se siente vigilado y que, para colmo, se proyecta en toda la sociedad. La Comunidad ecológica de Pirque puede ser un panóptico en sí mismo, una pequeña institución víctima de los abusos de poder, habitada por cuerpos dóciles, o un escape a la vigilancia y al abuso de poder de la sociedad, un punto de fuga al sistema carcelario.Si me baso en lo que dicen los medios, interpretándolo según Foucault, la secta católica sería una ironía, un escape de la sociedad para caer en lo mismo o en algo peor: un líder carismático que maneja a los cuerpos dóciles, que se someten a los ejercicios rigurosos que les impone su disciplina, en un lugar clausurado, “heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo”, donde se general rangos, como el de Roberto Stack, el líder, y hay un control en las actividades, como rezar cada tres horas. Sería aburrido seguir enumerando características de la cuestionada secta que se prestan para un análisis desde Foucault.Pero también puede ser que no todo lo que diga la tele sea verdad (diossanto!), y que este grupo fuera víctima de un análisis un poco amarillista que, para colmo, calza perfecto con las ideas de un pobre hombre que creía que siempre lo vigilaban y manejaban. Es cierto, según nuestra educación y lo que dicen los expertos en sectas (que al fin están ganando plata después de que terminara el debate sobre Orias, el que mató al cura), estas personas no estarían teniendo una respuesta correcta frente a la sociedad, y entonces, ¡juzguémoslos! ¡están locos y creen que son felices pero todos sabemos que no lo son! ¿Acaso no existe la posibilidad de que dos amantes se encuentren junto al muro de Berlín y escapen a la vigilancia? ¿No puede existir un punto negro en el panóptico foucaultiano en el que podamos resguardarnos del “Gran Hermano”?Roberto Stack dice no ser un líder opresor, los habitantes de la secta dicen estar ahí por voluntad propia, y para no basarme sólo en testimonios de personas tan cuestionadas cuyas palabras podrían pesar menos que mis pestañas, sus familiares que viven en sociedad dicen que pueden ir a visitarlos cuando quieran, y que cualquiera puede irse de la parcela de Pirque cuando le parezca.Este intento por alejarme de la visión que prácticamente imponen los medios, y de tratar de entender a los “incomprendidos”, tiene su origen en una experiencia personal, sí, bien personal, pero que creo que vale la pena contar. Quizás algunos recuerden aquella noticia del pobre niñito depresivo y enfermo mental que se tiró al río sin avisar, así que asustó a su familia y amigos al estar desaparecido durante 10 días, entre el 1 y el 10 de noviembre de 2005. Esto fue noticia porque sus parientes y quienes éramos sus amigos, comenzamos una fuerte campaña de búsqueda, empapelando Santiago con carteles con la foto de Santiago Errázuriz y la página http://www.buscandoachago.tk/ para que, quien tuviera alguna información, se contactara con nosotros. Resulta que Chago no era ese niño enfermo que, según La Segunda, escribía en sus nicks de MSN “No quiero vivir más” (su nick generalmente era “Santiago ago ago”, o simplemente "Chago"). Y tampoco creo que fuera un cuerpo dócil que sucumbió ante el suicidio, así como los de la secta de Pirque sucumbieron ante un aislamiento perjudicial (robo la comparación suicidio-aislamiento perjudicial a alguno de estos expertos en sectas, no recuerdo cual, que apareció en las noticias de Chilevisión hace unos días).Un tiempo después de la aparición del cuerpo de Chago, un periodista me entrevistó para hacer un perfil de mi amigo. El *** (“sin descalificaciones personales” [Carreño, Rubí]) me hizo un montón de preguntas insidiosas cuya finalidad era sacarme la frase “Sí, el Chago era todo lo que dicen, era un enfermo*”. Respecto a su talento y creatividad para hacer montajes fotográficos en photoshop, me pidió que me refiriera a las horas que él pasaba en el computador, “lejos de la vida en sociedad” y de las consecuencias que esto traía. Claro, alguien que toca guitarra y que pasa horas “lejos de la vida en sociedad”, ensayando, no es así de cuestionado sólo porque hacemos la asociación “pc-locodepresivoaislado”. Más insidioso se puso cuando yo, inocente o quizás tontamente, cometí el error de decir que Chago era fanático de Radiohead.¿Será que TODO significa que somos cuerpos dóciles, que lo que puede ser un punto de fuga no es más que un engaño que sólo nos lleva a un panóptico que se ve diferente pero que, al final, igual es un panóptico? ¿O puede ser que los integrantes de la secta sean sólo incomprendidos y sí sean felices, como ellos dicen, lejos de la opresión y la vigilancia de la sociedad, y que Chago fuera víctima de una incomprensión de los medios que lo juzgaron como un pobre cuerpo dócil? ¿Alguien que escucha a Radiohead es un depresivo y potencial suicida, o podría haber encontrado un punto de fuga?El Hail to the thief (qué significativo nombre) de Radiohead, lanzado el 2003, es un disco que, además de ser el esperado retorno a las guitarras del grupo, después de los más bien experimentales Kid A (2000) y el Amnesiac (2001), es conciente de la sociedad y sus abusos (ya vieron la carátula?), y que escapa mediante sí mismo, haciendo música, como otros se matan, y otros se aislan. A simple vista este disco puede parecer muy pesimista , un lamento ante la imposibilidad de escapar de la opresión y la vigilancia:It's the devil's way nowThere is no way outYou can scream & youcan shoutIt is too late now
"All hail to the thief"
"But I am not!"
"Don't question my authority
or put me in the dock"(de la canción “2+2=5”... ¿Orwel?)Pero la conciencia ante el problema y la capacidad de gritar (y de cantar, de escuchar música, de abstraerse), es un escape. Quizás son más valorados en la sociedad otro tipo de escapes, quizás podamos juzgar que el aislamiento (I will / lay me down / in a bunker / underground – de la canción "I will") o el suicidio implican un desequilibrio mental, pero desequilibrados o no, al menos ellos creen que son libres y felices... ¿y qué importa que los demás no lo crean? Personalmente, creo que hay que estar un poco loco para irse a una secta, y jamás lo haría. Tampoco me mataría. Pero qué bueno por los que, a su manera, son capaces de encontrar un rincón en el cual pueden estar a salvo del sistema carcelario y de esa sociedad que describe el Hail to the thief.
*Chago tenía depresión, una enfermedad, por lo tanto, era estríctamente un enfermo. Pero ni los medios ni ese periodista decían "enfermo" en el sentido clínico, sino en un sentido peyorativo.
"All hail to the thief"
"But I am not!"
"Don't question my authority
or put me in the dock"(de la canción “2+2=5”... ¿Orwel?)Pero la conciencia ante el problema y la capacidad de gritar (y de cantar, de escuchar música, de abstraerse), es un escape. Quizás son más valorados en la sociedad otro tipo de escapes, quizás podamos juzgar que el aislamiento (I will / lay me down / in a bunker / underground – de la canción "I will") o el suicidio implican un desequilibrio mental, pero desequilibrados o no, al menos ellos creen que son libres y felices... ¿y qué importa que los demás no lo crean? Personalmente, creo que hay que estar un poco loco para irse a una secta, y jamás lo haría. Tampoco me mataría. Pero qué bueno por los que, a su manera, son capaces de encontrar un rincón en el cual pueden estar a salvo del sistema carcelario y de esa sociedad que describe el Hail to the thief.
*Chago tenía depresión, una enfermedad, por lo tanto, era estríctamente un enfermo. Pero ni los medios ni ese periodista decían "enfermo" en el sentido clínico, sino en un sentido peyorativo.
[Esta entrada fue publicada el semestre pasado en un blog del curso Teoría literaria II, en el que teníamos que publicar entradas que trataran, aunque fuera tangencialmente, algún tema del curso, siempre en el marco de un tema elegido para cada blog. El mío era de música, y para esta entrada específicamente debimos además hablar sobre la comunidad de Pirque. ]
sábado, 16 de diciembre de 2006
Yo también escribo sobre Pinochet, señores.
Las salidas y el flojeo de las vacaciones me han hecho dejar bastante de lado este blog, por lo que no comenté en su momento la muerte de Pinochet. Tal vez fuera mejor, para así escribir con la cabeza un poco más fría, sin las primeras impresiones sobre su misma muerte y, en especial, sobre la reacción de los chilenos.
Las reacciones me parecieron bastante fuertes, por ambos lados. En primer lugar, celebrar con tanta alegría una muerte, satirizar, reírse de la situación, tirar un ataúd encendido al Mapocho, no son poca cosa. Y la pena de los pinochetistas, la rabia y la violencia contra quienes no piensan como ellos, me impactaron más que las celebraciones, quizás porque no estamos acostumbrados a que ese sector se manifieste masivamente, quizás porque comparto más las ideas del “otro bando”.
Y aunque crea que Pinochet es una figura bastante aborrecible y la verdad es que su muerte no me entristece en lo más mínimo, intento ser objetiva en mis pensamientos.
Primero, está el tema de los honores de estado. Comparto plenamente el que no se los hayan dado y me parece que los pinochetistas deberían comprenderlo e incluso apoyar la idea. Si lo que querían era honrarlo, darle una ceremonia “digna”, con los honores de estado no se hubiese logrado. Las protestas de los antipinochetistas hubiesen sido mayores, los medios hubiesen condenado la decisión, y durante la ceremonia hubiese habido faltas de respeto bastante mayores que el que la gente celebre en otros puntos de la ciudad. Porque, a pesar de que entiendo que se molesten con las celebraciones, al menos no las hubo en o cerca de la Escuela Militar o del Hospital Militar, y en ese sentido se respetó bastante el sentir de quienes lamentaron la muerte de Pinochet.
Además, aunque está claro que Pinochet fue jefe de estado, no hay consenso sobre si fue o no presidente de Chile. El gobierno no puede pasar eso por alto y permitir los honores, y el sector que creía que Pinochet los merecía, debe ser lo suficientemente maduro para entender la figura polémica, por decir lo menos, que es Pinochet, y que lo que ellos creen puede ser absolutamente discutido por otras personas, así como ellos discuten las ideas de otros.
Y aquí pasamos al segundo tema; la intolerancia de los pinochetistas. Como dije, entiendo que se molesten con las celebraciones, pero también deben entender lo que significa esta muerte, todo lo que representa la figura de Pinochet, y el dolor de todos quienes sufrieron tantas injusticias durante el gobierno militar. Me impresionó ver a tantas personas en las noticias que decían que “su general” estaría feliz de ver cómo todo Chile lo despide con profunda pena. ¿Cómo pueden creer que “todo Chile” son las personas que, efectivamente, lo despidieron así? Y todos los que celebraban, ¿no son chilenos? Cómo puede ser que la extrema derecha aún conserve esa ceguera, esa mentalidad de anular a todos los que piensan diferente. Esas son las personas que, cuando tienen mucho poder, cometen aberraciones como ocurrió en la dictadura.
Otro tema que me llama enormemente la atención es la visión de ambos sectores de que esta muerte puede ser el primer paso a la reconciliación y la paz. ¿De qué reconciliación hablan, si al prender la tele, en todos los canales la pantalla estaba dividida en dos? Por un lado, mostraban las imágenes de la Escuela Militar, y por otro, las de Plaza Italia. Uf, qué reconciliados (imposible no mencionar que SIEMPRE mostraban a los pinochetistas a la izquierda de la pantalla y a los comunistas y gente en general que celebraba, a la derecha....).
Es cierto que la muerte de Pinochet es significativa, y de alguna forma trae un ambiente de mayor tranquilidad, pero no hablemos aún de reconciliación. Respecto a lo mismo, también escuché muchas veces en la tele a personas que decían que esto marcaba el fin de una etapa, que ahora venía el entendimiento, que no habría más batallas entre diferentes sectores ideológicos. Pero las batallas siguen. Judicialmente ya no puede hacerse nada contra Pinochet, eso está más que claro, pero las familias de los detenidos desaparecidos seguirán pidiendo justicia por un buen rato más. La “paz” que veremos será sólo porque la batalla judicial ya no será tan mediática. Si todo eso salía en las noticias era por las implicaciones de la figura de Pinochet, pero ahora los “pequeños casos” ya no llamarán tanto la atención. No importa. No por eso hay que dejar de luchar, no por eso hay que conformarse con la mediocridad de la justicia.
Si esta muerte significa “paz”, es en la medida en que nos hace ver que el tiempo ha pasado. Apenas me enteré de lo que pasó, además de sorprenderme un poco, sentí cierto alivio. Ahora las cosas están cayendo en manos nuestras, de la generación de los menores de 20, más o menos, que aunque no somos ajenos a la dictadura a pesar de no haberla vivido o de vivirla sólo durante los primeros años de nuestras vidas, es obvio que tenemos otra visión de ese periodo. Las diferencias seguirán, porque de todas formas estamos hablando de algo muy reciente en nuestra historia y no puedo ni imaginar lo fuerte que debe ser saber que nuestros abuelos, padres o tíos fueron torturados, asesinados o exiliados. Así mismo, hay muchos jóvenes que vienen de familias pinochetistas que toda su vida han escuchado las peores cosas del gobierno de Allende y que celebran la figura de Pinochet como un gran libertador en vez de dictador, y no pueden hacer menos que agradecerle el haberles enriquecido con las privatizaciones. Hay mucha gente que cree que todos los errores del gobierno militar se justifican en pos del progreso económico, y aunque no estoy para nada de acuerdo, no puedo hacer otra cosa que respetar su visión.
Pero a pesar de las diferencias ideológicas, de que no somos lejanos ni ajenos a la dictadura, somos otra generación, tenemos también otras ideas, y lo más importante, es que creo que está en nuestras manos desarrollar una mayor tolerancia. Está bien, pensamos diferente, pero no por eso vamos a sacarnos los ojos, o vamos a negar los problemas del Chile actual, que son los que deberían interesarnos y los que debemos intentar solucionar con el mayor consenso posible, en lugar de quedarnos pegados en el pasado. Ojalá podamos cambiar un poco la idea actual de política, acercarnos un poquito que sea a los griegos y rescatar esas concepciones sobre lo que es la política, y desligarla de lo económico (en la medida que se pueda) y de la pesada carga que lleva cada ideología, porque en los años que llevamos como república, tantas cosas que han ocurrido nos llevan a pensar en los partidos y las ideologías según su participación en acontecimientos pasados. No digo que comencemos de cero, pero sí somos capaces de hacer cosas nuevas, de limpiarnos un poco la cabeza y, de una vez, pensar en un bien común que va más allá que decir que lo bueno para la gente es pensar de esta forma o de esta otra.
Las reacciones me parecieron bastante fuertes, por ambos lados. En primer lugar, celebrar con tanta alegría una muerte, satirizar, reírse de la situación, tirar un ataúd encendido al Mapocho, no son poca cosa. Y la pena de los pinochetistas, la rabia y la violencia contra quienes no piensan como ellos, me impactaron más que las celebraciones, quizás porque no estamos acostumbrados a que ese sector se manifieste masivamente, quizás porque comparto más las ideas del “otro bando”.
Y aunque crea que Pinochet es una figura bastante aborrecible y la verdad es que su muerte no me entristece en lo más mínimo, intento ser objetiva en mis pensamientos.
Primero, está el tema de los honores de estado. Comparto plenamente el que no se los hayan dado y me parece que los pinochetistas deberían comprenderlo e incluso apoyar la idea. Si lo que querían era honrarlo, darle una ceremonia “digna”, con los honores de estado no se hubiese logrado. Las protestas de los antipinochetistas hubiesen sido mayores, los medios hubiesen condenado la decisión, y durante la ceremonia hubiese habido faltas de respeto bastante mayores que el que la gente celebre en otros puntos de la ciudad. Porque, a pesar de que entiendo que se molesten con las celebraciones, al menos no las hubo en o cerca de la Escuela Militar o del Hospital Militar, y en ese sentido se respetó bastante el sentir de quienes lamentaron la muerte de Pinochet.
Además, aunque está claro que Pinochet fue jefe de estado, no hay consenso sobre si fue o no presidente de Chile. El gobierno no puede pasar eso por alto y permitir los honores, y el sector que creía que Pinochet los merecía, debe ser lo suficientemente maduro para entender la figura polémica, por decir lo menos, que es Pinochet, y que lo que ellos creen puede ser absolutamente discutido por otras personas, así como ellos discuten las ideas de otros.
Y aquí pasamos al segundo tema; la intolerancia de los pinochetistas. Como dije, entiendo que se molesten con las celebraciones, pero también deben entender lo que significa esta muerte, todo lo que representa la figura de Pinochet, y el dolor de todos quienes sufrieron tantas injusticias durante el gobierno militar. Me impresionó ver a tantas personas en las noticias que decían que “su general” estaría feliz de ver cómo todo Chile lo despide con profunda pena. ¿Cómo pueden creer que “todo Chile” son las personas que, efectivamente, lo despidieron así? Y todos los que celebraban, ¿no son chilenos? Cómo puede ser que la extrema derecha aún conserve esa ceguera, esa mentalidad de anular a todos los que piensan diferente. Esas son las personas que, cuando tienen mucho poder, cometen aberraciones como ocurrió en la dictadura.
Otro tema que me llama enormemente la atención es la visión de ambos sectores de que esta muerte puede ser el primer paso a la reconciliación y la paz. ¿De qué reconciliación hablan, si al prender la tele, en todos los canales la pantalla estaba dividida en dos? Por un lado, mostraban las imágenes de la Escuela Militar, y por otro, las de Plaza Italia. Uf, qué reconciliados (imposible no mencionar que SIEMPRE mostraban a los pinochetistas a la izquierda de la pantalla y a los comunistas y gente en general que celebraba, a la derecha....).
Es cierto que la muerte de Pinochet es significativa, y de alguna forma trae un ambiente de mayor tranquilidad, pero no hablemos aún de reconciliación. Respecto a lo mismo, también escuché muchas veces en la tele a personas que decían que esto marcaba el fin de una etapa, que ahora venía el entendimiento, que no habría más batallas entre diferentes sectores ideológicos. Pero las batallas siguen. Judicialmente ya no puede hacerse nada contra Pinochet, eso está más que claro, pero las familias de los detenidos desaparecidos seguirán pidiendo justicia por un buen rato más. La “paz” que veremos será sólo porque la batalla judicial ya no será tan mediática. Si todo eso salía en las noticias era por las implicaciones de la figura de Pinochet, pero ahora los “pequeños casos” ya no llamarán tanto la atención. No importa. No por eso hay que dejar de luchar, no por eso hay que conformarse con la mediocridad de la justicia.
Si esta muerte significa “paz”, es en la medida en que nos hace ver que el tiempo ha pasado. Apenas me enteré de lo que pasó, además de sorprenderme un poco, sentí cierto alivio. Ahora las cosas están cayendo en manos nuestras, de la generación de los menores de 20, más o menos, que aunque no somos ajenos a la dictadura a pesar de no haberla vivido o de vivirla sólo durante los primeros años de nuestras vidas, es obvio que tenemos otra visión de ese periodo. Las diferencias seguirán, porque de todas formas estamos hablando de algo muy reciente en nuestra historia y no puedo ni imaginar lo fuerte que debe ser saber que nuestros abuelos, padres o tíos fueron torturados, asesinados o exiliados. Así mismo, hay muchos jóvenes que vienen de familias pinochetistas que toda su vida han escuchado las peores cosas del gobierno de Allende y que celebran la figura de Pinochet como un gran libertador en vez de dictador, y no pueden hacer menos que agradecerle el haberles enriquecido con las privatizaciones. Hay mucha gente que cree que todos los errores del gobierno militar se justifican en pos del progreso económico, y aunque no estoy para nada de acuerdo, no puedo hacer otra cosa que respetar su visión.
Pero a pesar de las diferencias ideológicas, de que no somos lejanos ni ajenos a la dictadura, somos otra generación, tenemos también otras ideas, y lo más importante, es que creo que está en nuestras manos desarrollar una mayor tolerancia. Está bien, pensamos diferente, pero no por eso vamos a sacarnos los ojos, o vamos a negar los problemas del Chile actual, que son los que deberían interesarnos y los que debemos intentar solucionar con el mayor consenso posible, en lugar de quedarnos pegados en el pasado. Ojalá podamos cambiar un poco la idea actual de política, acercarnos un poquito que sea a los griegos y rescatar esas concepciones sobre lo que es la política, y desligarla de lo económico (en la medida que se pueda) y de la pesada carga que lleva cada ideología, porque en los años que llevamos como república, tantas cosas que han ocurrido nos llevan a pensar en los partidos y las ideologías según su participación en acontecimientos pasados. No digo que comencemos de cero, pero sí somos capaces de hacer cosas nuevas, de limpiarnos un poco la cabeza y, de una vez, pensar en un bien común que va más allá que decir que lo bueno para la gente es pensar de esta forma o de esta otra.
No puedo dejar de mencionar que al ver las noticias, ví a los pinochetistas gritanto, como siempre, "(...) VIVA CHILE PI-NO-CHET", pero no puedo ni describir la risa que me dio cuando escuché que a eso agregaron "¿y la señora Lucia? TAMBIÉN!". Jajajajajajajajajajajajaja
Y por último, un videito para que vean una notable frase de Pinochet. No se la pierdan.
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