martes, 4 de septiembre de 2007

Faces look ugly when you're alone

Me gusta estar sola. Desde que tengo uso de razón que armar y desarmar el mundo en mi cabeza es algo necesario y, a estas alturas, involuntario. Si no me detengo a pensar en lo que hago, leo, digo, siento y veo, me siento como perdida, vulnerable... no funciono bien sin tener ideas claras o al menos confusiones planteadas y asumidas como tales (estoy lejos de tener todo claro en mi vida, de hecho es todo lo contrario... entre más pasa el tiempo, más nebuloso es todo, conozco mas sensaciones y experiencias que se suman a un catálogo de vivencias y pensamientos que ya se hace absolutamente inclasificable y a ratos incomprensible).
Pero El Mundo que me rodea (y creo que un mundo más amplio que ese) no acepta muy fácilmente los momentos de soledad, sin comprender que para algunos es necesario pensar. Y qué tanto, a veces (muchas) quiero estar sola sólo por estarlo, para vegetar y dejar mi mente en blanco por unos minutos (acaso mi mente no está siempre en Blanco? –fomeee-), para poner caras feas, escuchar música y cantar mal, fuerte, mal y un poco más mal, leer, escribir, mirar el techo, llorar...
Un día estaba en el colegio, en tercero básico, creo que en consejo de curso o algo así. Todos estaban conversando, había mucho ruido, y yo quería pensar. Puse los brazos sobre la mesa escondí en ellos mi cabeza, cuando se acerca mi profesora, se arrodilla a mi lado y pregunta con la típica voz de profesorcita básica buena y angelical “¿Qué pasa?”. Levanto mi cabeza y me encuentro con su cara amable, cara de “pobrecita, está sola, la voy a ayudar”. “Nada, estaba pensando”. La tía Blanca (lindo nombre, pero que jamás podría ponerle a una hija porque sería una crueldad que se llamara Blanca X Blanco, y acabo de confesar el único problema que tengo con un apellido que aparentemente es perfecto para mi) me miró con cara de ERES RARA!!!, lo pensó unos segundos, quizás se dio cuenta de que soy un caso perdido (desde tercero básico!!) y me dejó pensar “tranquila”.
Y siempre era así en el colegio. Todo está organizado de tal forma que nunca estemos solos, como si una de las cosas más importantes de nuestra educación sea que no nos dediquemos tiempo a nosotros mismos. Hasta los retiros a los que fui con mi curso (colegio católico, oh dios oh dios, San José de Calasanz, San José de Calasanz, supiste dar tu vida por los demás), que estaban ideados para que “nos conociéramos internamente”, terminaban siendo una sarta de dinámicas que nos pseudo-obligaban a “sincerarnos y abrirnos” con nuestros compañeros para conocernos ENTRE nosotros y ser un curso unido.
Y por lo general, sea en el lugar que sea, no es difícil encontrar gente que a todas luces le teme a la soledad y se rodea de gente que, en el fondo, apenas le importa. Sólo se hacen compañía. Yo prefiero plantearme mis relaciones en soledad, para elegir a quienes realmente quiero a mi lado. Aunque eso signifique que esos que están siempre con un séquito de gente-bulto piense que no soy yo quien elige su soledad sino que hago como que me conformo con lo que me tocó (¡típico! ¿Por qué les cuesta tanto entender que la soledad SÍ puede ser una opción y no una consecuencia de ser rechazado?), o que sientan pena al verme caminar sin compañía (y aquí debo reconocer que me ENERVA que me miren con pena, pero de todas formas lo aguanto con tal de no terminar siendo una cazadora de gente-bulto).


“Leer es una de las pocas formas de la soledad socialmente aceptadas por un mundo que tiende a sospechas de las actividades en singular. Decir “ahora no, estoy leyendo” es un escudo y decir “lo leí en un libro” es una lanza. Así, un libro es un arma de construcción masiva. Leo, luego existo.”
Rodrigo Fresán

¿Será por eso que estudio literatura?

2 comentarios:

MJB dijo...

ME ENCANTÓOO! (de verdad, no de compromiso jajaja) aaahhhh la cita le da su toque. Pucha, se me ocurrieron tantas cosas para comentar mientras leía, y se me olvidaron (mi memoria a corto plazo es un fiasco).
Bueno, veremos de qué me acuerdo... ahhh bueno, como siempre he dicho, me encantaba caminar sola al colegio escuchando música y pensar... y media cuadra más adelante iba mi hermano caminando y escuchando música. Creo que empezamos a hacerlo un día en el que nos peleamos a propósito para tener la excusa de irnos solos al colegio. Así de rara soy, te entiendo totalmente! te acuerdas del último paseo a la playa al que fui? nos vinimos en el bus juntas, y ahí me di cuenta de que no era tan rara. Nos fuimos acompañadas en nuestra soledad? bueno, algo así. Tú me entiendes, o ir en el metro escuchando música o leyendoo kasjdaoijdaidja es LO bueno que tiene, es de esas circunstancias en que no queda nada más que pensar!!

aisjdaidjaoidsaidas estoy atrasadaaaa, tengo que bajar a cenar. no quiero ni revisar este comentario pq lo voy a terminar borrando.
Mejor lo envío y dsps si tengo algo más que decir, comento otra vez.


chaoooooo :P

Jesusísima dijo...

JAJAJAJAJA ese fue un gran comentario Kechu !! SIIII el paseo a la playaaa, y leer y escuchar musica en el metrooo asjadhajkfgasha
jajajaja


freeeeeaaaaaks & looooooseeeers (pero con orgullo)