sábado, 9 de septiembre de 2006

Recuerdos y por qués, primera parte.

Hace nueve días que hay cosas que me dan vueltas y vueltas en la cabeza. No quise escribirlas acá porque consideré que no era el lugar, pero qué tanto, si ni tanta gente lee esto, y ni tan privado es... de hecho, todo Chile supo de la muerte de Chago, hace 10 meses y nueve días.
Ayer estaba en el living de mi casa, pensando. Me quedé mirando esa enorme biblia en latín que tanto me gusta y todoooos los símbolos religiosos que abundan por mi casa. Durante mucho tiempo pensé que las creencias que parecían tan fuertes dentro de mi eran cosas que mi familia me metió en la cabeza y que en el fondo mi fe no era tal. Claro, al darle vueltas a la cuestión, puede llegar a ser muy difícil creer que Dios existe, y para qué hablar de lo que puede pensarse de la Iglesia como institución. Finalmente decidí dejar de darle vueltas al tema hasta que se me presentara como una necesidad.
Y el Chago se mató.
Entonces me di cuenta que independiente de lo que creyera (o de las cosas en las que ya no creía), ténía la sensación, casi la certeza, de que Chago estaba (y está) en Algún Lado, vivo de cierta forma. No puede ser que todo acabara, que "ya no más Chago". Y si vive aún, es gracias a Dios. Tiene que ser gracias a Dios.
Ahora que han pasado nueve meses, pienso lo mismo, y no creo que sean cosas de las que yo me convensa para consolarme, como creí que podía pasar. No. Yo SÉ que vive, y que existe un Dios que se lo permite y que lo quiere y le está dando lo que Chago nunca encontró en este mundo. De hecho, me parece muy racional pensar que hay muuuchas cosas que se escapan a la razón, y no por eso son inventos del hombre. A veces hay que dejar de intentar entenderlo todo y creer así no más... ¿a eso le llaman fe?
Cuando era chica y murió mi abuela (justamente mañana es el aniversario de su muerte, si es que se le puede llamar aniversario), empecé a ver las nubes muuuuucho mas seguido, y buscaba la más grande y gooorda y blandita porque sabía que esa era su casa, que ahí estaría mi abuela. Cuando murió Chago, me puse a buscar dos nubes. Y desde el primero de septiembre, volví a hacerlo. Claro, no está en las nubes, pero qué importa, él y mi abuela están en algún lado y así pienso en ellos, con plena conciencia de que viven.
Otra cosa que también me da vueltas y vueltas en la cabeza es esa sensación de que existe un mundo, una dimensión o algo (dimensión me parece más apropiado, en realidad) donde estan todas las cosas que Chago no alcanzó a crear. Y son taaaaantas. No lo digo porque esté muerto, pero era una persona talentosísima y con una creatividad envidiable, y si hay algo que lamento muchísimo ademas de la pérdida de mi amigo, es no poder ver todas esas cosas que pudieron existir pero que se quedaron en una especie de limbo. Hoy me acordaba cuando Ameba me dijo que le daba mucha pena que Chago muriera, pero que no era sólo pena por mi (ella es amiga mia del colegio y no lo conoció), sino que lo sentía como una pérdida, que por lo que yo le había contado de él y por las veces que vio su fotolog, sentía que era alguien increible. Sin duda, no pudo decirlo mejor. Era una persona increible, y eso se notaba a lo leeejos, en gran parte por su forma de pensar, por esa creatividad, por cómo veía las cosas. Incluso pensé durante mucho tiempo que de haberlo ayudado aunque sea a que no se matara en un tiempo más, él mismo hubiese valorado más sus talentos, hubiese comenzado a tener proyectos, ideas, ganas de hacer cosas, y finalmente habría descubierto una motivación para quedarse en este mundo. Me costó tanto entender que alguien como el Chago no tuviera oportunidad de ser feliz nunca... ahora, aunque no tengo certezas sobre eso, entiendo un poco mejor que quizás no había caso, que este mundo no era para él, o que ya no tenía sentido seguir luchando, que no valía la pena tanto esfuerzo.
Para mi, todo esfuerzo vale la pena porque ser feliz lo compensa, pero para él las cosas eran distintas, y quizas su decisión no fue tanto una decisión en vista de que no había más opciones para elegir, y la felicidad no era una meta alcanzable.
Pensar eso también me ayuda a sentirme menos culpable. Aunque no puedo decir que me sentí culpable por su muerte (quizás en algún minuto lo pensé, pero nunca más que eso), sí me sentí un poco culpable de no haberlo hecho más feliz, de no ayudarlo a vivir un poco más para que finalmente aprendiera a disfrutar la vida. Tal vez el tiempo no tenga nada que ver. Tal vez sólo lo hubiese retenido en un lugar en el que no quería estar, y aunque tuviera 50 años habría terminado matándose.
Y cuántas cosas me faltan por decir. Pero cada vez pierdo mayor coherencia y es imposible escribir todo lo que he pensado. Mejor lo dejo para más adelante.

¿Quieren ver que su talento no es una cualidad que le otorgo por las circunstancias?
www.clonazepam.tk. He aquí un canapé.
Por su puesto, todo esto ha sido escrito con un soundtrack Chaguístico. Desde esa canción de Led, Kashmir, que tantos recuerdos me trae, hasta el infaltable Radiohead. Imposible no mencionar a Franz Ferdinand.
Y esto sí es lo último: la idea de las notas con esta minúscula letra es del tan querido LV.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mm, yo ayer justo estaba pensando de un compañero que se suicidó hace poco. El otro día me metía su blog y vi cosas muy buenas, y pensé que qué heavy que se haya matado si podía hacer esas cosas.

No sé por qué, pero esto de que la gente se muera es cada día más frecuente. Y no es gente cualquiera; son jóvenes o post-adolescentes que tenían una buena situación socioeconómica (buena educación, buena casa, etc). Como dirían los abuelitos: no les faltaba nada.

Y es triste igual.

Sé que compartes la inquietud. Tu post se siente "sentido".

¿Y sabes? Obvio que existe el mundo de las posibilidades de Chago. Donde todas las cosas que no hizo, son. Que no te quepa duda de eso...

LV dijo...

Ok, te manda're una linda postal al cuatro cuatro olcho dos

pep dijo...

no sé jesuuu
es bonito lo que escribiste
pero de repente me baja la negación, y creo que este mundo es una caca porque las cosas del chago se perdieron y pum.
prip

es raro, yo todavia no pueo pensar las cosas en frío

igual no sé, gracias al chago te conocí a ti. la vida es extraña