miércoles, 12 de septiembre de 2012

It Girl

Esto de tener tienda de ropa a veces es como vivir la vida de otro. Gracias a mi espectacular habilidad para los negocios -cada vez estoy más convencida de que sí, efectivamente tengo apellido de judíos conversos-, he hecho muy buenos contactos, lo que implica tener relación con todo un mundo paralelo de moda y famosas de internet. Bloggeras que van a eventos, que twittean todo el tiempo lo que hacen, dónde están, dónde compran, poniendo de moda distintos lugares.
La cosa es que como parte de varios acuerdos a los que llegué con uno de estos buenos contactos, debo escribir algunos artículos tipo Cool Hunter (COOL-HUN-TER, esa onda). Muy matea, me puse a leer muchos blogs de moda y me di cuenta que entre menos contenido, mejor. Yo, inocente, creí que era el momento perfecto de lucirme con referencias pop, juegos de palabras, creando un estilo como si me estuviera creando un personaje, etcétera, etcétera.Estaba tan cerca de una versión fashion de Casi famosos... pero no, los blogs más exitosos son los que dicen menos, y no porque su contenido esté en buenas fotos. Simplemente no dicen nada. Lo peor es que quienes escriben y leen esos artículos, parecen creer que están revolucionando las comunicaciones y que lo que escriben realmente es un aporte. Creen tener un estilo narrativo único, pero usar un par de palabras en cursiva no es estilo, señores.
Asumiendo la realidad y la vergonzosa tarea que tenía por delante, me puse a escribir. Después de cinco correcciones -por cada una fui quitando contenido- me pareció que era un artículo lo suficientemente insípido y lo envié a la editora. Me respondió preguntándome si firmaría con mi nombre completo y si quería agregar mi cuenta de twitter personal junto con la firma. Claro, avergonzada por el artículo, lo había mandado sin firma, lo que me obligó a explicitar que NO pusiera mi nombre. "Tengo una reputación que cuidar, POR DIOS", le hubiese dicho, pero me bajó la amabilidad y solamente le dije que pusiera el nombre y el twitter de la tienda para tener más publicidad.
Al poco rato de enviar el artículo recibí comentarios como "NOOO, TE PASASTE, ¿TU ESCRIBÍ?" "Eeeh, sí... a veces escribo un poco.....". Y así no más di otro paso en este mundo paralelo. Hay tantas lolitas que matarían por ser Cool Hunter y escribir en estas páginas, y a mí la verdad es que no me queda otra cosa que  reírme y pasarlo bien jugando a ser parte de un medio completamente diferente a mi pecera.
Se me ha pasado por la mente poner de mi parte y hacer que estas lolitas lectoras valoren una buena columna de moda. Podría derechamente inventarme un personaje, un estilo, y subirle el pelo a esta cosa. Para qué me voy a hacer la loca, años siguiendo Sex & the City genera algunas fantasías. Pero, pensándolo bien, para qué meterme y cambiarles las reglas. Mejor que cada mundo se quede como es y donde está. Así, podré infiltrarme cuando la rutina me canse un poco.