domingo, 15 de noviembre de 2009

Querido blog:

Pucha, yo sé que no hay que hacerse expectativas tan grandes de las cosas, porque después funan y la decepción es peor. Como con la universidad, que no digo que fuera terrible, pero tampoco la gran maravilla que pensaba. Pero no puedo evitarlo. Quiero salir AHORA de la universidad, no quiero ir más a esa weá fea de San Joaquín, quiero irme de vacaciones, no poner un pie en mi casa durante dos meses, ni saber de gente que me rodea y la verdad es que ya ni me interesan, por weones. No quiero más gente a mi alrededor que me tira pa abajo, que no está cuando tiene que estar, que sólo aparecen cuando tienen problemas. Pfff.
Me voy a ir un buen tiempo, lejos de todo y de todos (ya van como siete clichés terribles en estas pocas lineas, horror!), y cuando vuelva, quiero que todo sea lindo y bueno. Que sea más fácil respirar (ocho). Quiero empezar de nuevo, reordenarme, mandar a la mierda a la gente de mierda y conocer gente nueva (nueve, diez, once, doce). Hacer cosas que me gustan, aprender harto, sentirme un poco más independiente. Independencia, por favor, por la conchatumadre.
Lo que pasa es que estoy súper ahogá. Ya me aburrí de todo, de las cosas que no elegí en mi vida pero que ahí están, arraigadas. Mal. Me aburrí de gente que siempre está ahí para criticar, pedir favores, y nada más. Aprendan a ser amigos como la Pep, la Leo, la Turry. Perdón a los buenos amigos que no nombré. Igual son pocos, poca gente me importa.
Jajajaja la weá despechá. Me carga noviembre.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Error garrafal

¿Cómo no puse esta canción en la entrada anterior? ¡Mi canción por exelencia!