viernes, 20 de febrero de 2009

"De lo perdido, de lo irremediablemente perdido, sólo deseo recuperar la disponibilidad cotidiana de mi escritura, líneas capaces de recogerme del pelo y levantarme cuando mi cuerpo ya no quiera aguantar más"
Roberto Bolaño, Amberes.

domingo, 15 de febrero de 2009

Re Cordis

“La traducción literal de "recording" debiera ser "recordando"? […]Las cintas están llenas de recuerdos, imposibles de recobrar, pero sí de volver a conectarse a ellos una y otra vez, sólo rebobinando. […] recordar significa "volver a poner en el corazón"”
Me permito copiar algunas frases de una entrada del Goti, porque además de que me gustaron mucho, se relacionan con algo que me viene dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo. Como sabrán mis fieles lectores (eeeh ya poh), lamento profundamente la pérdida de ciertas plataformas musicales tangibles. Lo mismo me pasa con la fotografía, cada vez más digitalizada (¿han visto los marcos digitales? Y todavía no pasa nada con la venta de la licencia de los sobres para cargar las polaroid), y hasta con los libros.
La inconformidad ante la evolución tecnológica no viene solo de una personalidad nostálgica, de un gusto por lo vintage ni de la porfía. El tema del arraigo, que siempre me ha inquietado, quizás tenga mucho que ver. Después de mis humildes y nunca lo suficientemente profundas lecturas de Heidegger, después de algo de Celán, Kafka (obvio), unos artículos de Bolaño sobre el exilio que leí la semana que recién pasó, otras lecturas locas por aquí y por allá, y en especial después de varios tropezones, lloriqueos, voladas con sus respectivas caídas a tierra, etceeeetera, ya puedo decir que no hay caso. El arraigo es necesario. El punto es que el arraigo no es vivir en un lugar y no querer irse de ahí (por favor!), ni anhelar repetir la historia de mami y papi (mucho menos!).
Creo que habemos personas que no somos muy de andar echando raíces. Yo soy mala para echar de menos, no quiero amarrarme a un lugar por el resto de mi vida, ni a un trabajo, ni a una forma de vida, ni a afectos innecesarios, pero necesito raíces, todos las necesitamos. Mis raíces están en una cinta, en un negativo, en papel fotográfico, en un ReCordar elegido y tangible. También en un papel, una cajita, en ciertos rincones donde guardo (oculto) cosas que para otros pueden ser cachureos sin importancia.
Apretar REC es almacenar lo que yo elijo como parte de mi pasado, de mí misma, del porvenir. No me aferro a lugares de los que me iré, a personas que pasarán, a actividades que no me gustan, a cosas que no me hacen feliz. Por eso adelanto, rebobino, y cuando quiero y siento, pulso Rec. Entonces, como Monterroso y Charly, grabo-recuerdo mis dinosaurios.
¿Notó, querido lector, el cassette a su izquierda, un poco más abajo?
Imposible no hacer un enlace con mi entrada sobre el grupo Onda bidón. Copio aquí unas líneas que están en su space:
"Onda bidon nace a partir del hastio y aburrimiento del señor bidón respecto a los métodos de producción musical electrónica. MIERDA MIERDA, PATRAÑAS, SUENA TAN BIEN PERO AARRRGGG.... No aguanto estar tanto frente al PC, enloquece... Es por eso que el señor bidón decide someter a una serie de músicos enanos bajo hipnosis para comenzar este viaje introspectivo basado en la inhalación profunda...."